En la atención a la emergencia presentada por socavación en el río Cravo Sur frente a la ciudad de Yopal, hoy cientos de ciudadanos pueden dormir tranquilos, sin el temor de ser arrastrados por el afluente, como ocurrió en el 2015 cuando la fuerza del agua se llevó consigo media cancha de fútbol en minuto 90.
Para proteger las viviendas fue necesario utilizar un importante equipo de 20 máquinas, que trabajan de manera continua, teniendo en contra las lluvias y crecientes del afluente, las cuales se han podido sortear. Hoy, aunque los trabajos de ampliación del jarillón existente y la canalización que se realiza, presenta apenas un avance del 30%, ya se puede afirmar que la socavación y el alto riesgo del colapso de las viviendas están controlados.
Sin embargo, el gran logro del Mandatario del Departamento es atender esta emergencia sin invertir recursos del erario público, pues para este trabajo se está utilizando el kit de maquinaria de la Gobernación, dedicado a realizar trabajos de gestión del riesgo, igualmente, Barrera Rodríguez gestionó maquinaria ante empresas de la industria petrolera.
“Con el apoyo que brinda empresas como Coinogas, Perenco, Parex y Cepsa la Gobernación está ahorrando más de 2 mil millones de pesos que podría costar esta obra, y lo importante fue que pudimos llegar con el beneficio cuando las familias yopaleñas más lo necesitaban, porque mientras se surten todos los trámites para sacar un contrato hubiéramos tardado dos meses”, asegura Leonardo Barón Pulido, coordinador Departamental de Gestión del Riesgo.
Quien además informa que desde la primera semana del mes de julio, fecha en la que se generó la emergencia; se han trabajado 765 horas máquinas, equivalentes a cerca de 800 millones de pesos; se ha removido aproximadamente 60 mil m3 de material y se ha ampliado el jarillón en 200 metros.
Ciudadanos como Carlos Salazar y Juan Castro, agradecen los trabajos y felicitan al Gobernador por la manera como atiende esta emergencia, la cual le devuelve la tranquilidad a las familias residentes en los conjuntos residenciales Villa del Río y Villa del Paraíso y demás hogares asentados sobre la margen derecha del afluente.