Para el próximo 22 de enero está programada la primera sala plena del año de la Corte Constitucional, y uno de los primeros debates será la tutela que pide libertad para el oso Chucho a través del habeas corpus, un recurso judicial que normalmente es usado para los humanos.
La magistrada Diana Fajardo tiene la ponencia de este caso. Fajardo citó a una audiencia pública en 2019 para entender el tema, y se armó un fuerte debate entre quienes dicen que los animales son sujetos de derechos y quienes aseguran que no podrían acceder al recurso de habeas corpus.
Expertos internacionales coincidieron en que los animales son seres sintientes y deberían ser considerados como sujetos de derechos por la legislación colombiana.
En la audiencia cuestionaron el hecho de que el país ya hubiese reconocido a un río como sujeto de derechos y no lo haya hecho con los animales. Es el caso del río Atrato en el Chocó, que en 2016 fue considerado como tal por la Corte luego del estudio de una tutela.
Los expertos internacionales hablaron del orangután Sandra y la chimpancé Cecilia, ambos argentinos, que lograron su libertad a través de un habeas corpus y actualmente se encuentra en reservas naturales de Brasil.
Por otro lado, las autoridades nacionales contrariaron a los internacionales al señalar que, en el caso puntual, el oso Chucho debía permanecer en el zoológico de Barranquilla pues fuera del lugar no podría subsistir, porque ha estado acostumbrado a que los humanos le brinden su alimentación.
El Ministerio de Ambiente expuso la importancia de un estudio puntual sobre las condiciones de la especie (el oso de anteojos) y el lugar donde debe permanecer dependiendo de sus características para otorgarle la protección adecuada.
La tutela fue interpuesta por el abogado Luis Domingo Gómez, quien criticó que al oso andino se le hubiera sacado del hábitat donde nació –la reserva natural La Planada, en Nariño, que abarca tres mil hectáreas de bosque y niebla, de musgo y orquídeas– y lo hayan trasladado a un clima cálido en Barranquilla.