La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia le dijo «no» al ‘hacker’ Andrés Fernando Sepúlveda Ardila en sus aspiraciones para que se revisara la condena de diez años de prisión emitida en su contra por intercepar las comunicaciones de varios negociadores de la guerrilla de las Farc en el proceso de paz que se adelantaba en La Habana ( Cuba).
El alto tribunal no aceptó las pretensiones de Sepúlveda, quien consideraba que se debían analizar los otros fallos judiciales que se han emitido en contra de otros implicados en este caso, entre ellos el de Luis Alfonso Hoyos -exasesor espiritual de la campaña de Óscar Iván Zuluaga– quien fue absuelto de todos los cargos.
En este sentido se pedía que se le quitara el delito de concierto para delinquir al considerar que no existía base para que siguiera cumpliendo la sentencia por este cargo ya que la persona con la que se concertó ya fue declarada inocente en dos instancias.
Para la Corte, dicha petición es improcedente puesto que en el preacuerdo firmado con la Fiscalía General en 2015, Sepúlveda Ardila reconoció su participación en este y otros delitos.
«El actor pretende que por vía del presente diligenciamiento se emitan pronunciamiento, incluso con el alcance modificar o desconocer lo decidido en la sentencia condenatoria proferida en su contra, en lo que tiene que ver con el delito de concierto para delinquir agravado, y en virtud, se autorice de manera directa la concesión de la sustitución de la ejecución de la pena de prisión en centro carcelaria por prisión domiciliaria», detalla la decisión.
En el debate jurídico se advierte que el recurso presentado por la defensa del ‘hacker’ no es el requerido en este tipo de situaciones, puesto que existen otros mecanismos para que se modifique la medida de aseguramiento existente.
«Se concluye que resulta improcedente la protección deprecada comoquiera que el actor tiene a su alcance instrumentos de orden jurídico ante el juez de conocimiento (acción de revisión), y frente al que vigila la pena (postulación del sustituto de prisión domiciliaria), los cuales son efectivos, y que no ejerció para pretender sustituirlo con el amparo constitucional. Además de no probarse la existencia de un perjuicio irremediable que haga viable la acción como medio transitorio», precisó.
Sepúlveda Ardila se encuentra actualmente privado de su libertad en la cárcel La Picota de Bogotá. En repetidas oportunidades ha señalado que fue contactado por miembros de la campaña presidencial de Óscar Iván Zuluaga para adelantar actividades dirigidas a la recolección de información privilegiada del proceso de paz para crear una campaña de desprestigio.
En una reunión en su oficina, la cual fue grabada por uno de sus trabajadores, Sepúlveda se reunió con Zuluaga y Hoyos para intercambiar información sobre las negociaciones en La Habana y «los golpes» que se iban a realizar en redes sociales para afectar el proceso.
El ‘hacker’ reconoció su responsabilidad en los delitos de violación ilícita de comunicaciones, uso de software malicioso, espionaje, concierto para delinquir agravado y violación de datos personales.