Los denominados «ninis» (jóvenes que ni estudian ni trabajan) pasaron de dos millones 500 mil a dos millones 700 mil en el último año, lo que significa un aumento del 21 %, según lo reveló el primer informe de inclusión laboral en Colombia.
Según la directora de la Fundación Andi, Catalina Martínez ,»esto es consecuencia de la deserción en la educación superior. Esto es un indicador de que hay una dinámica de exclusión de los jóvenes de falta de oportunidades para ellos, lo que deriva en que ni puedan estudiar ni trabajar porque no tienen las competencias».
Ante este panorama Luz Karime Abadia, decana de Economía de la Universidad Javeriana, aseguró que no es cierto que la juventud actual no quiera trabajar, ni estudiar.
«Aquí la realidad es que, por ejemplo, para el acceso a la educación superior en el caso de las universidades privadas los ingresos no le están alcanzando a las familias. Muchos jóvenes manifiestan su deseo de estudiar pero no encuentran un trabajo para poderse pagar la educación y el acceso a las universidades públicas no es nada fácil», expresó.
Sin embargo, para el docente de la Universidad Externado de Colombia Isidro Hernández, el crecimiento de esta población se puede convertir en una bomba social a futuro.
«Esto se puede convertir en un serio problema, pues hacia los 45 (años) serán los futuros ancianos, no tienen cotización a pensión y salud ni tampoco una preparación académica en un mundo que cada vez exige más», señaló.
Para la presidente de Acopi (gremio de las pequeñas y medianas empresas), Rosmery Quintero, «esta es una población que no tiene las competencias para insertarse en el mundo laboral formal, lo que los pone en contexto de informalidad para poder subsistir. Por otro lado es una población que con recursos públicos se les está dando la oportunidad de que se preparen y no la aprovechan».
La dirigente gremial añadió que «el hecho de tener una población creciente que ni estudia ni trabaja, no va a consumir la oferta que tiene el mercado colombiano».
Mario Valencia, director del Centro de Estudios de Trabajo ( Cedetrabajo), agregó que «es muy grave que esta población esté creciendo porque es la juventud a la cual la sociedad no le está brindando una oportunidad en términos económicos. Es una condena a la miseria en el sentido en que si no estudian no podrán acceder a empleos de calidad y este se termina convirtiendo en un gran reto para el Estado».
Según un estudio del Banco Mundial, en América Latina hay 20 millones de jóvenes en esta condición y Colombia ocupa el tercer lugar con mayor número de personas entre los 15 y 24 años que no se dedican a ninguna actividad.