Cuadrado, nacido en Necoclí hace 32 años, ha reactivado por completo el juego del Juventus, que en las últimas semanas, y en particular en la grave derrota de la semana pasada contra el Inter de Milán, se había vuelto lento y previsible.
Una involución que tuvo su cumbre en San Siro el último domingo, cuando su Juventus se rindió por 0-2 contra el Inter de su exentrenador Antonio Conte y complicó notablemente las ambiciones juventinas de retener por décimo año consecutivo el cetro de campeón de Italia.
Ese encuentro fue el quinto consecutivo que se perdió Cuadrado, uno a causa de una expulsión vista en diciembre contra el Fiorentina y cuatro por el coronavirus que le afectó a principios de enero. Juventus echó de menos su cambio de ritmo, su capacidad de regate, su fantasía y sus centros para encontrar luz en las zagas rivales.
Cuadrado se recuperó del coronavirus en la mañana del último miércoles y el técnico Andrea Pirlo le lanzó de forma inmediata como titular, pese a que llevara dos semanas sin competir. Su prestación fue excelente, tanto a nivel técnico como atlético y contribuyó con una asistencia en el triunfo 2-0 que le dio al Juventus la Supercopa italiana contra el Nápoles.
Pirlo le confirmó en el once titular también este domingo en el Juventus Stadium contra el Bolonia y el colombiano fue protagonista con otra actuación de altísimo nivel en el lateral derecho, siempre presente en las acciones ofensivas y a la vez atento en las lecturas defensivas.
Lo demostró al comienzo de la reanudación, cuando recorrió hacia atrás más de sesenta metros de campo para bloquear un contragolpe del Bolonia cuando el Juventus iba ganando 1-0 gracias a un gol del brasileño Arthur Melo.
Y en el 71, ofreció al estadounidense Weston McKennie un centro perfecto para que este anotara de cabeza la diana del definitivo 2-0 y blindara tres puntos de gran importancia para el cuadro turinés.
Eso sí, en el duelo también vivió un susto al comienzo de la segunda mitad, cuando desvió en el centro del área de penalti un centro del Bolonia y estuvo a punto de sorprender a su portero, el polaco Wojciech Szczesny. Sin embargo, el cancerbero logró enviar el balón a córner e intercambió una sonrisa con el colombiano.
La gran prestación de Cuadrado contribuyó de manera decisiva en un triunfo importante para el Juventus, que aprovechó el revés 0-3 del líder Milan sufrido contra el Atalanta y el empate sin goles del Inter de Milán, segundo, contra el Udinese.
El equipo de Andrea Pirlo es ahora cuarto, a un punto del Roma, tercero, a cinco del Inter y a seis del Milan. Todo ello, con el partido contra el Nápoles todavía por disputar, lo que puede acercarle aún más a la cumbre de la tabla.