Entre diciembre y finales de este mes de marzo se presenta en el departamento de Casanare y en gran parte del territorio nacional la conocida Temporada Seca, caracterizada por un descenso significativo de las lluvias.
En la recta final de la época de verano se presentaron lluvias atípicas, las cuales no registraron ningún tipo de emergencia en nuestro departamento, no obstante, sí contribuyó a la baja incidencia de incendios forestales.
Leonardo Barón, coordinador Departamental de Gestión del Riesgo, informa que mediante el último boletín de predicción climática y alertas el IDEAM, advierte que en abril inicia la temporada lluviosa en toda la región de la Orinoquía. Las precipitaciones aumentan notoriamente con respecto a las registradas durante el mes anterior y las mayores cantidades se registran en el sur del Piedemonte Llanero y en el occidente de los departamentos del Meta y Casanare, en donde las precipitaciones son frecuentes y de gran intensidad con valores superiores a los 300 milímetros. Los valores más bajos se presentan hacía el norte en Casanare, Arauca y Vichada, con valores inferiores a los 200 milímetros
Cifras de la temporada seca
De acuerdo al reporte entregado por los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo, se presentaron en el periodo de sequía 77 incendios de cobertura vegetal, en los cuales fueron consumidas 5583 hectáreas en 11 municipios, cuatro incendios estructurales en Yopal, Paz de Ariporo, Nunchía y Hato Corozal, uno en cada municipio respectivamente.
Es importante resaltar que la cifra de hectáreas consumidas ha sido la más baja de los últimos años, toda vez, que frente al año inmediatamente anterior la disminución fue de más del 50%, lo que demuestra que las campañas de prevención, desde los tres niveles de Gobierno, han funcionado y la comunidad ha ido adquiriendo mayor conciencia frente a los daños que representan este tipo de atentados al medio ambiente.
Con respecto a desabastecimiento de agua, presentaron emergencia por reducción de la oferta hídrica en el área rural de los municipios de Nunchía y Hato Corozal, en este último las veredas: Las Monas, Maraure, La Capilla, Las Mercedes, Las Camelias y Santa Rita. Mientras que en Nunchía comunidades de: Conchal, Cañas, Santa Cruz, Tablón de Tacare, caserío El Tigre, Redención y Palmira.
La disminución del vital líquido fue atendido por la Gobernación de Casare, quien a través de carrotanque entregó cerca de 50 mil galones de agua potable a la población campesina.
Igualmente se reportó emergencia por escasez del valioso líquido en la Cárcel ubicada en La Guafilla, en donde por un periodo de 15 días, la Administración Departamental suministró 184.000 galones de agua potable.