El presidente libanés, Michel Aoun, convocó el martes por la noche una «reunión urgente» del Consejo Superior de Defensa, tras las violentas explosiones que sacudieron el puerto de Beirut, anunciaron sus servicios.
Por su parte, el primer ministro Hassan Diab decretó luto nacional el miércoles por «las víctimas de la explosión del puerto de Beirut».
Las dos violentas explosiones provocaron al menos 50 muertos y 2.700 heridos en lo que el ministro de Salud consideró como «una catástrofe en todos los sentidos» al ser interrogado por la televisión cuando visitaba un hospital de la capital.
El titular de Salud, Hamad Hassan, aseguró que se tratan de «estimaciones preliminares».
«Los hospitales de la capital están todos llenos de heridos», subrayó, antes de pedir que se trasladen a otros heridos a los centros hospitalarios de las afueras de la capital.
Antes, el director general de la Seguridad General, Abas, Ibrahim, había dicho que las explosiones podrían deberse a «materiales altamente explosivos confiscados desde hace años», pero agregó que la investigación determinará la «naturaleza exacta del incidente».
No obstante, los responsables deberán «rendir cuentas», dijo por su parte el primer ministro, Hasan Diab.