Tres niñas de 11 y 12 años murieron al desprenderse el balcón de un edificio en La Habana Vieja, una de las zonas más antiguas y pobladas de la capital cubana.
El siniestro ocurrió la tarde del lunes en el barrio habaneral o de Jesús María. Las niñas se encontraban debajo de la estructura, que se desplomó causando la muerte en el acto a una de ellas, mientras que las otras dos fallecieron poco después de llegar al hospital, según confirmaron testigos del suceso.
UNA TRAGEDIA DESAFORTUNADA
«Ellas estaban ensayando en el parque para desfilar en un acto por (el aniversario del natalicio de) José Martí. Una compró un helado en la esquina y se sentaron las tres allí, y se les cayó todo el muro encima», explicó Esther, una vecina de la misma calle que aseguró haber presenciado los hechos.
Otros vecinos revelaron que el segundo piso de la vivienda, cuyo muro y balcón se desplomaron causando la tragedia, ya estaba en proceso de demolición y sus ocupantes habían sido desalojados hace unos tres meses.
«Se veía que la parte del balcón estaba en mal estado, pero no para que se cayera así», explicó a Efe el propietario de la casa contigua, que cuando sucedieron los hechos salió para ayudar a llevar a las niñas malheridas al hospital.
El suceso fue reportado casi de inmediato el mismo lunes por publicaciones alternativas cubanas a través de videos y fotos compartidas en redes sociales por vecinos de la zona, mientras que los medios estatales lo publicaron un día después.
CASAS EN PRECARIO ESTADO EN LA HABANA
Junto al Cerro, Diez de Octubre y Centro Habana, La Habana Vieja está entre los municipios con mayor densidad de población de la capital, que es a su vez una de las regiones cubanas con peor situación de vivienda, uno de los problemas sociales más sensibles en el país.
El mal estado de los inmuebles, en su gran mayoría debido a la antigüedad y la falta de mantenimiento, provoca frecuentes derrumbes, que no siempre llegan a la prensa estatal.
Son los propios cubanos quienes dan a conocer estos siniestros en las redes sociales, a las que tienen más acceso desde la activación de la internet móvil hace poco más de un año.
En diciembre pasado un derrumbe parcial dejó a varias familias sin hogar en la céntrica calle Galiano, en Centro Habana. El siniestro, que no dejó víctimas mortales, no apareció en los medios oficiales.
Tampoco se hicieron eco del accidente ocurrido un mes antes en el barrio residencial de Playa, donde murieron una madre y su hija al desplomarse su vivienda, declarada inhabitable.
Antes, en marzo de 2019, otra persona falleció tras el derrumbe de un inmueble pendiente de demolición en la concurrida esquina de Calzada del Cerro y Boyeros. Este accidente sí tuvo amplia cobertura en los medios oficiales.
La pésima situación de la vivienda obliga a muchos cubanos a permanecer en sus hogares a pesar de ser declarados legalmente inhabitables.
La Habana, el territorio con mayor densidad poblacional de Cuba (11,2 millones de habitantes), mantiene un déficit de 206.000 viviendas, según las últimas cifras oficiales, dadas a conocer en 2017.
Esta situación se agravó el pasado 27 enero tras el paso de un intenso tornado que azotó la ciudad con vientos de más de 300 kilómetros por hora y dejó siete muertos, casi 200 heridos, unas 7.800 casas dañadas y más de 10.000 desplazados.
Más de seis meses antes, en mayo de 2018, se reportaron en la capital más de 100 derrumbes parciales como consecuencia de las intensas lluvias asociadas a la tormenta subtropical Alberto.