El desgaste profesional, conocido como «burn-out», fue incorporado en la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud. La lista, elaborada por la OMS, se basa en las conclusiones de expertos médicos de todo el mundo y adoptada por los Estados miembros de la OMS, reunidos desde el 20 de mayo en Ginebra en el marco de la Asamblea Mundial de la organización.
El desgaste profesional, que fue incorporado a la sección de «problemas asociados» al empleo o al desempleo, llevará el código QD85.
Fue descrito como «un síndrome resultante de un estrés crónico en el trabajo que no fue gestionado con éxito» y que se caracteriza por tres elementos: «una sensación de agotamiento», «cinismo o sentimientos negativos relacionados con su trabajo» y una «eficacia profesional reducida».
El registro de la OMS precisa que el desgaste profesional «se refiere específicamente a fenómenos relativos al contexto profesional y no debe utilizarse para describir experiencias en otros ámbitos de la vida».
La nueva clasificación, llamada CIP-11, publicada el año pasado, fue adoptada durante la edición de este año de la Asamblea Mundial, la número 72, y entrará en vigor el 1 de enero de 2022.
Incluye nuevos capítulos, uno de los cuales dedicado a la salud sexual. Cubre afecciones anteriormente clasificadas en otros listados, como la «incongruencia de género», como la transexualidad, hasta ahora clasificada en la sección de enfermedades mentales.
El trastorno por videojuegos fue añadido a la sección de trastornos de dependencia. La nueva clasificación de la OMS también propone un nuevo capítulo sobre la medicina tradicional.