La Cámara de Representantes de Estados Unidos votó por primera vez el viernes a favor de despenalizar el cannabis, en lo que supone un gran paso para situar las leyes federales en línea con las de varios estados y países que ya han liberado el uso de esta sustancia.
La Cámara baja, bajo control demócrata, aprobó fácilmente este proyecto de ley por 228 votos frente a 164. Sin embargo, sus posibilidades son mucho menores en el Senado, dominado por los Republicanos.
La nueva norma pretende sacar a la marihuana de la Lista de Sustancias Controladas, que la incluía junto a la heroína o la cocaína como un narcótico peligroso y estipulaba duras penas.
La inclusión del cannabis en esta lista dejaba al gobierno federal de Estados Unidos fuera de la línea adoptada por varios estados que ya legalizaron la marihuana para uso médico y algunos, como Colorado, que optaron por liberarlo completamente y regularon su consumo recreativo.
Este proyecto de ley federal es la culminación de cinco décadas de argumentación por parte de sus partidarios para convencer al gobierno federal de que reconozca el daño relativamente bajo que causa el consumo del cannabis comparado con otras drogas, así como el fracaso en la represión de su comercialización mientras se mandaba a prisión a cientos de miles de personas por delitos menores.
De aplicarse finalmente la ley, los registros penales de muchas personas arrestadas por consumo de marihuana acabarían eliminados y podrían revisarse las sentencias de quienes cumplen actualmente penas por delitos federales relacionados con el cannabis.
También autorizaría a los estados a establecer sus propias leyes y a lanzar una regulación federal y tasación del sector, como ya ocurre con el alcohol.
«Es un momento histórico«, valoró el representante demócrata Tulsi Gabbard, que impulsó la legalización.
Los demócratas usaron argumentos como que los afroestadounidenses han sufrido legalmente mucho más que los blancos de arrestos y condenas, que la despenalización federal permitirá a los veteranos con lesiones de guerra obtengan un mejor acceso a la marihuana medicinal o que la nueva norma implicaría la desaparición de los bloqueos federales de larga duración a la investigación con marihuana.
Cada vez más, la posición federal de Estados Unidos va quedando apartada de las tendencias internacionales.
Su vecina del norte, Canadá, legalizó completamente la marihuana en 2018 y varias compañías la cultivan comercialmente allí.
Al sur, México también dio un importante paso hacia la legalización para uso medicinal y recreativo el mes pasado, cuando el Senado aprobó un proyecto de ley destinado a reducir la violencia ligada al narcotráfico.