«Hasta el lunes estamos seguros que Diego va a estar aquí», dijo el neurocirujano Leopoldo Luque a la prensa al retirarse del sanatorio de Olivos, en el norte de la capital argentina donde permanece internado.
Maradona, de 60 años, había manifestado su deseo de dejar el sanatorio cuanto antes, pero tanto el médico como su familia lo obligaron a permanecer internado.
«Cuando un paciente tiene síndrome de abstinencia lo tratamos, no lo dejamos ir, Diego no estaba muy de acuerdo, nosotros insistimos y pasó lo que pasó, ahora lo vemos muy bien», dijo Luque.
Luque había revelado el jueves que después de la exitosa extracción del coágulo apareció un cuadro de abstinencia que precisa de un tratamiento intensivo. El médico no lo dijo, pero el excapitán de la Albiceleste es un adicto al alcohol.
«La idea es que se quede hasta que finalice este proceso que varía según el paciente», dijo el médico. «La abstinencia se debe al consumo de toda su vida».
El campeón y estrella del Mundial de México-1986 mostró señales de inestabilidad cuando apareció el viernes pasado en el estadio de Gimnasia, equipo que dirige, el día de su cumpleaños 60. Se retiró sin ver la goleada de 3-0 que le propinaron a Patronato por la Copa de la Liga argentina.
El lunes fue hospitalizado en La Plata, al sur, con síntomas de deshidratación y anemia y el martes se le detectó el edema subdural en una tomografía, con traslado a Olivos y rápida intervención.
«No se imaginan lo difícil que es Diego. Pero en esta oportunidad había que intentar ser más fuerte que él», dijo el médico sobre su paciente.
Respecto a la posibilidad de proseguir su recuperación en otro tipo de institución, Luque fue claro.
«Primero se tiene que ir y se tiene que ir bien, después vamos a plantear qué es lo mejor para él. Si en algo estamos de acuerdo todo el entorno de Diego es que hay que darle lo mejor en este momento que es una oportunidad muy importante para que Diego mejore», afirmó.
– Sedado en terapia –
Maradona atravesó al menos tres hospitalizaciones en grave estado de salud en los últimos 20 años y dos veces estuvo entre la vida y la muerte, a causa de sus adicciones a las drogas, que dijo haber superado, y al alcohol.
«Está sedado para calmar este proceso que expliqué ayer (jueves)», dijo el médico acerca del síndrome de abstinencia que apareció asociado a «episodios de confusión».
Por primera vez, al mediodía del viernes, aparecieron sorpresivamente dos nuevos voceros de la salud de Maradona, la psiquiatra Agustina Kosachov y el psicólogo Carlos Díaz.
«El paciente está bien. Día a día tenemos que ver la evolución. No podemos decir exactamente cuántos días estará», dijo Kosachov.
Díaz señaló que «toda la familia está acompañando a Diego. La evolución es favorable y es algo asombroso como nos tiene acostumbrado Diego».
«El sueño y la alimentación se encuentran excelentes», agregó.
– Tratamiento prolongado –
El médico aludió a que Maradona necesitará un «tratamiento prolongado» en un lugar con otras características a la clínica adonde está actualmente y señaló que la decisión se tomará en acuerdo con la familia.
«Todo el grupo tiene muchas opciones, ya analizamos recursos de acuerdo a cómo lo veamos a Diego y con qué entusiasmo se va», explicó.
Más temprano Alfredo Cahe, quien fuera médico personal de Maradona por tres décadas hasta 2007 consideró que es necesario para Diego «buscar un lugar más cercano a las hijas».
«Hay que ir paso a paso. Ahora está bien y sedado. Hay que ponerse firmes. Diego está como cuando yo lo llevé a Cuba», dijo en declaraciones a TyC Sports.
El período más largo de rehabilitación por las adicciones lo hizo el ’10’ en Cuba en los primeros años del siglo, cuando estableció una gran amistad con el líder comunista Fidel Castro, fallecido en 2016.