A raíz de la convulsionada situación de orden público en el departamento de Caquetá, tras el secuestro de 78 policías y demás funcionarios, así como la muerte de un policía y un campesino, se ha generado mucha controversia por cuenta de la posición que han tomado algunos funcionarios del Gobierno.
Por ejemplo, el ministro del Interior, Alfonso Prada le dijo a la comunidad que para el Gobierno no se trató de un secuestro, sino de un «cerco humanitario», término que ha causado polémica.
«Yo lo reconocí cuando insistieron mucho en que declarara si esto era un secuestro o no era un secuestro. Yo quisiera defender ante el país y ante la opinión pública, que aquí hubo efectivamente, como ocurre en muchas partes del país, una movilización social de campesinos y que esa movilización social hizo un cerco humanitario que impidió la movilidad de unos miembros de la institución policial y de la empresa», se escucha en el vídeo.
En medio de la controversia que se sigue generando, se conoció que las protestas no habrían tenido solo un respaldo campesino, sino que las disidencias de las Farc habrían colaborado en esta situación que terminó con el secuestro de los policías que fueron liberados hasta el día siguiente tras un trato degradante.
Noticias RCN reveló un informe de inteligencia militar que señala que las estructuras Jorge Briceño y Miller Perdomo de las disidencias de las Farc, habrían apoyado y financiado el paro en el sector Los Pozos, en San Vicente del Caguán.
Estas dos estructuras son comandadas por dos conocidos delincuentes de esa región. Según el informe de Noticias RCN uno es Alexander Díaz Mendoza, alias ‘Calarcá’, quien sería responsable de decenas de atentados en esa zona del país, “habría movilizado a más de 3.000 personas para sostener e intensificar los bloqueos en el sector conocido como “Los Pozos”, zona rural del municipio de San Vicente del Caguán, departamento de Caquetá”, dice el informe de inteligencia que puede encontrar al final de este artículo.
El segundo cabecilla detrás del apoyo al paro en Caquetá sería Wilmer Andrés Lugo Olaya, quien según inteligencia militar, también habría movilizado gente para apoderarse de las instalaciones de la petrolera.
Los cabecillas habrían dotado a las protestas con cilindros bomba, bombas molotov y rampas para cilindros por un valor cercano a los $500 millones.
El policía asesinado
El director de la Policía Nacional, general Henry Armando Sanabria, calificó como salvaje la manera como asesinaron al subintendente Ricardo Arley Monroy Prieto.
El oficial manifestó quela labor del subintendente en ese hecho era la de proteger a personas atemorizadas por la arremetida de «una jauría que privilegió el caos sobre el diálogo».
Monroy era oriundo de Tunja, Boyacá; llevaba 14 años y 6 meses en la Policía Nacional y actualmente se desempeñaba como comandante de la escuadra dispositivo especializado de intervención.
Se conoció que Monroy Prieto, quien tenía 39 años, dejó dos hijos, una niña de 9 años y un bebé de tres meses, quienes crecerán sin su padre por cuenta de este violento hecho.