Ante las altas temperaturas, que pueden llegar hasta los 50° C, Dubai ‘sembró’ las nubes con el fin de que lloviera y lo logró con éxito.
El proyecto consistía en enviar cargas eléctricas a las nubes, a través de drones especializados.
Estas cargas estimulan las diminutas gotas que componen las nubes, lo que genera que se agrupen y creen gotas más grandes que por su peso caen en forma de lluvia.
Los drones pueden volar durante unos 40 minutos y en medio del vuelo, el dron mide la humedad y la carga eléctrica de la nube, lo que ofrece una dirección para llevar a cabo la descarga.
Este procedimiento artificial, trata de recrear los rayos naturales que caen cuando llueve. Sin embargo, esta práctica se ha vuelto viral por quienes aplauden los avances tecnológico y quienes los critican por ‘jugar a ser Dios’.
En redes sociales circulan varios videos que muestran las fuertes lluvias que lograron desatar los científicos.