Jacob Blake, el joven negro que fue tiroteado por la espalda por un policía blanco en Wisconsin, asegura que «duele respirar» y que tiene dolores constantes en un mensaje por vídeo grabado desde su cama en el hospital donde se recupera.
Pese a las heridas sufridas, que es altamente probable que lo dejen inválido de cintura para abajo, Blake dijo a sus seguidores que «hay mucha más vida por vivir».
«Te pueden quitar la vida así [chasquido de dedos], tío, y no solo tu vida, tus piernas – algo que necesitas para moverte y continuar la vida», dice Blake en el vídeo publicado el sábado por su abogado Ben Crump.
Vestido con el camisón del hospital, Blake dice que tiene grapas en la espalda y el estómago.
«Veinticuatro horas, las 24 horas tengo dolor, solo dolor», dijo.
«Duele respirar, duele dormir, duele cuando te das la vuelta, duele al comer», dice en el vídeo, que ha sido reproducido más de 400.000 veces en Twitter.
«Por favor, les digo, cambien sus vidas ahí afuera. Podemos estar juntos, hacer algo de dinero, hacer todo más fácil para nuestra gente ahí afuera, tío, porque se ha desperdiciado tanto tiempo».
El joven de 29 años fue herido por un policía que disparó siete u ocho veces contra él cuando iba a subirse a su coche, en el que estaban tres de sus hijos, el 23 de agosto en Kenosha, en el estado de Wisconsin.
La acción fue grabada por transeúntes y los dos policías que trataron de detener a Blake han sido suspendidos.
Tres meses después de la muerte de George Floyd, los disparos contra Blake han provocado una nueva oleada de manifestaciones en varias ciudades.
Las protestas de Kenosha empezaron pacíficamente la noche en que Blake fue tiroteado pero la violencia se recrudeció en noches sucesivas.
El 25 de agosto murieron dos personas en la manifestaciones. Un joven blanco de 17 años, seguidor de Donald Trump, fue detenido y acusado de los homicidios.
El candidato presidencial demócrata, Joe Biden habló por teléfono con Blake el jueves y se reunió con su familia.