La administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, renovó la actual certificación sobre el desempeño de Colombia en la lucha contra las drogas, como lo exige la ley del Congreso estadounidense de 2003. Pese al notable crecimiento de los cultivos ilícitos en En el país, Biden resaltó que Colombia sigue siendo un socio clave en los esfuerzos conjuntos contra el narcotráfico, aunque expresó su preocupación por la situación actual.
Cada septiembre, el presidente estadounidense está obligado por ley a determinar qué países cooperan plenamente con los Estados Unidos en esta lucha. Este año, Biden decidió certificar a Colombia, pero advirtió sobre el incremento en la producción y cultivo de coca. El mandatario destacó la necesidad de tomar medidas urgentes para contrarrestar esta tendencia y mantener el compromiso bilateral en esta lucha. «En América del Sur, el cultivo de coca y la producción de cocaína han alcanzado niveles récord, lo que exige medidas urgentes por parte de los países de la región», declaró Biden, refiriéndose específicamente a Colombia.
A pesar de los desafíos, el presidente estadounidense señaló que Colombia continúa colaborando estrechamente con los Estados Unidos en la reducción de la producción de cocaína, la realización de operaciones de interdicción y el desmantelamiento de organizaciones criminales. «Colombia, un socio fuerte, continúa trabajando estrechamente con Estados Unidos para reducir la producción de cocaína, llevando a cabo operaciones de interdicción del contrabando de drogas y desmantelar las organizaciones criminales involucradas en el tráfico de cocaína», afirmó Biden, subrayando la importancia de esta alianza estratégica.
Un punto destacado durante el anuncio fue el aumento en las incautaciones de drogas gracias a los esfuerzos coordinados entre ambas naciones. Según datos de la Casa Blanca, en 2023 se incautaron más de 841 toneladas métricas de cocaína pura y base de cocaína, lo que representa un incremento del 10% en comparación con el año anterior. Este dato es clave para mostrar avances, a pesar del crecimiento de los cultivos ilícitos en Colombia.
En el marco del Diálogo de Alto Nivel entre ambos países, celebrado en mayo de 2024, se acordaron nuevas métricas para medir el progreso en la lucha contra las drogas. Estas métricas buscan un enfoque más integral, que va más allá de las mediciones convencionales, como las hectáreas cultivadas o la producción potencial de cocaína.
Según Biden, «las métricas acordadas demuestran nuestro renovado compromiso bilateral con un enfoque holístico para abordar la producción y el tráfico de cocaína, al tiempo que brindamos seguridad, justicia y oportunidades económicas lícitas para las personas vulnerables de Colombia». Este nuevo enfoque busca no solo atacar la oferta de drogas, sino también ofrecer alternativas y mejorar las condiciones en las regiones más afectadas por el narcotráfico.
El embajador Colombiano en el país norteamericano, Daniel García-Peña, reaccionó diciendo que «celebramos que estemos hablando de de una muestra más de la la muy buena relación que hay entre los dos países la decisión de certificar a Colombia muestra que Colombia es el aliado más importante que tiene los Estados Unidos en materia de lucha contra las drogas».
Sin embargo, la situación sigue siendo crítica. El monitoreo aéreo de los cultivos ilícitos, que hasta el año pasado era una herramienta esencial para medir la extensión de las plantaciones de coca en Colombia, fue suspendido por el gobierno estadounidense, lo que ha generado incertidumbre respecto al tamaño real de estos cultivos.
García-Peña, con respecto a esto comentó: «el éxito la política contra las drogas no se puede medir exclusivamente en las en las hectáreas sembradas».
Los países con cuentas en rojo
Por otro lado, Biden no fue tan clemente con otros países de la región. Bolivia, Birmania (Myanmar) y Venezuela fueron los únicos tres países que, según la certificación, fallaron de manera demostrable en sus compromisos internacionales para combatir el narcotráfico. «De conformidad con la sección 706(2)(A) del Acto de Autorización para las Relaciones Internacionales (2003), designo a Bolivia, Birmania y Venezuela por no haber cumplido de manera demostrable durante los 12 meses anteriores con sus obligaciones en virtud de los acuerdos internacionales antinarcóticos”, expresó Biden en su declaración.
Pese a esta evaluación negativa, Biden decidió usar una medida de excepción o «waiver», permitiendo que Estados Unidos siga colaborando con estos países, aunque la ley prevé sanciones en estos casos.
El presidente Biden también hizo referencia al impacto ambiental que genera el narcotráfico en Colombia, subrayando que este delito no solo afecta a la seguridad y estabilidad del país, sino que también causa graves daños al medio ambiente. En este sentido, destacó la colaboración entre ambos gobiernos para abordar estos problemas de manera conjunta.
Por último, Biden dio la bienvenida al plan antidrogas propuesto por el presidente colombiano Gustavo Petro en 2023, pero le instó a acelerar su implementación y asegurar que los recursos necesarios estén disponibles para su éxito. A pesar de los esfuerzos, Colombia fue incluida en una «lista negra» de países que producen, cultivan y transportan drogas en grandes cantidades, junto a naciones como Afganistán, México, Perú y Venezuela.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Juan Camilo Cely