La Salina es un municipio ubicado al norte del departamento, en un lugar donde en algún momento de la historia se acercaron algunos grupos armados. Sin embargo, es una zona tranquila, de tierras templadas ricas para la producción agrícola y el desarrollo; el único obstáculo es que es un municipio alejado de los principales centros de comercio de la región, Tame (Arauca) es el pueblo más cercano, pero Yopal, que queda aproximadamente a 4 horas de trayecto, es una buena plaza de comercialización.
Allí está Oscar Botía, Ingeniero Agrónomo egresado de la Universidad de La Salle, quien se ha entregado de lleno a trabajar en función de fortalecer el agro en la comunidad salinera desde que dejó el campus de Utopía como profesional.
Gracias a su formación académica, y sin descuidar su proyecto productivo, inició como profesor del área técnica en el Instituto Técnico Agropecuario Antonio Nariño, en Sácama (municipio aledaño a La Salina), aquí compartió sus conocimientos con jóvenes de bachillerato hasta finales del año pasado. Luego, la Alcaldía Municipal, desde la Secretaría de Desarrollo Rural de La Salina lo contrató como Ingeniero Agrónomo en el pueblo donde ha desarrollado proyectos y asistencia técnica a campesinos en cultivos de lulo, mora, papa y aguacate hass, proponiendo desde su trabajo la evolución agrícola del municipio.
Y el trabajo continúa en su proyecto de mora “con el cultivo quise ampliar el área actual, nos asociamos con un ingeniero ambiental y estamos trabajando en el proyecto para establecer diez hectáreas, la idea es contar con el apoyo del Fondo Emprender y así formar empresa”, asegura Oscar.
Esta labor ha sido muy enriquecedora y de grandes resultados, pues ya cuenta con diecisiete mil plántulas y ahora se encuentra en la creación de su empresa con la cual quiere incentivar a los agricultores de la región al establecimiento de la siembra de mora, brindarles apoyo técnico y comprarles producción. Oscar siembra diferentes especies de mora, una de ellas es la Rubus bogotensis, nativa de Cundinamarca y Boyacá la cual una de sus principales características es que es resistente y tolerante a plagas y enfermedades.
Esta es la esencia de Utopía hecha realidad, proyectos liderados por jóvenes ingenieros que a través de diferentes iniciativas, involucrados en las dinámicas de sus comunidades, transforman el futuro del agro colombiano, fortalecen los cultivos locales de frutas y verduras, esenciales para el sistema alimentario de nuestro país.