Gracias a la alerta emitida por la comunidad de este sector, militares de la Décima Sexta Brigada del Ejército Nacional comenzaron con la búsqueda del material sobre la vereda Villa Playón.
Los soldados hallaron un depósito ilegal con 5 granadas, 2 barras de explosivo indugel, más de 90 cartuchos, 25 kilos de soda cáustica y material de intendencia perteneciente al Grupo Armado Organizado Residual de la Subestructura 28.
Posteriormente, los explosivos fueron detonados de manera controlada por el Grupo Marte del Ejército Nacional, con la debida autorización de la Fiscalía General de la Nación.
Este material de explosivos habría puesto en riesgo la integridad de casi 3.000 personas, así como cinco infraestructuras a gran escala como puentes y edificios.