Altos índices de suicidios en menores, entre las consecuencias más preocupantes.
Las enfermedades de salud mental se han convertido en un problema de salud pública, según indican varios expertos quienes además advierten que las mismas están desencadenando graves afectaciones en el comportamiento de los ciudadanos en Colombia.
En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental, la mirada de las autoridades está puesta en la prevención del suicidio, el trastorno bipolar, la depresión, el estrés, la ansiedad y psicosis, que han venido aumentando en el país.
En Colombia
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 4,7 % de los colombianos sufren de depresión, evidenciando un porcentaje más alto que el promedio mundial.
A esto se suma que dos de cada 100 colombianos padecen de trastorno afectivo bipolar, una enfermedad que a nivel mundial está entre el 2% y el 5% de la población.
De la misma forma se pudo establecer que el suicidio es una de las consecuencias más preocupantes del trastorno afectivo bipolar, teniendo en cuenta que se presenta entre el 15 y el 20% de los pacientes que la padecen, especialmente en jóvenes y adultos mayores.
Entre tanto, el 80% de los colombianos han presentado entre uno y tres síntomas de depresión en algún momento de su vida, de los cuales un 25% son niños y adolescentes.
La OMS además señaló que en Bogotá se posee la mayor frecuencia de síntomas de trastornos mentales en personas entre los 18 y 48 años, que sufren de ansiedad, depresión y psicosis.
Ante este panorama, la doctora Adriana Rogelis, de la clínica psiquiátrica Nuestra Señora de La Paz, aseguró que la salud mental en Colombia no está manejada como una enfermedad que puede desencadenar en hechos muy lamentables.
“Es que una mala salud mental realmente nos está alterando nuestras funciones sociales, personales, laborales y al interior de las familias, donde se tiene una afectación muy grande de la población que nos está trayendo en cadena alteraciones muy graves tanto en los adultos como en los menores de edad”, afirmó.
Agregó que “preocupan los casos en los niños quienes desde los ocho años ya están haciendo intentos de suicidios y alterando de manera sorprendente la sociedad. Todo esto pasa porque estamos viendo la salud mental por determinados diagnósticos, pero se está descuidando otras enfermedades que también están relacionadas y que han hecho que se pierdan muchos años de vida productiva”.
La especialista destacó que en la última encuesta la depresión es la segunda enfermedad más grave en el país, ya que afecta al 40% de la población colombiana, especialmente a las mujeres.
“El ausentismo laboral es enorme por la depresión teniendo en cuenta que del 10% al 15% de los casos se han ocasionado por trastornos depresivos. El 10% de los colombianos tiene, ha tenido o va a tener una enfermedad mental y el 4% de la población en el último año ya la tiene”, advirtió.
Dijo que “los casos de enfermedad mental en los niños es muy preocupante, porque el 15% ha tenido uno o dos síntomas de trastornos mentales entre los 12 y 15 años”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, Henry García, señaló que en la actualidad todos los colombianos estamos expuestos a tener una enfermedad de salud mental.
“Así no lo queramos, nosotros también en algún momento no podremos adaptarnos a las situaciones del mundo externo y de repente algunas situaciones biológicas que cargamos en nuestro material genético, pueden expresarse y estaremos enfrentados a un trastorno depresivo, ansiedad, dependencia de algo y a un estrés muy grande. Es importante recordar que sin salud mental tampoco va haber salud física”, manifestó.
Visión mundial
A propósito de las enfermedades de salud mental, la Cruz Roja destacó que una de cada cinco personas en zonas afectadas por conflictos sufre algún tipo de problemas de salud mental, que van desde la depresión y ansiedad, hasta trastornos por estrés postraumático.
Ese porcentaje -más del 20 %- triplica la media de la población general global, señaló el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en un comunicado, en el que enfatizó que que la ayuda psicológica a las víctimas de los conflictos ha sido una consecuencia largamente olvidada.
«El apoyo a la salud mental puede salvar vidas en situaciones de guerra y violencia, tanto como la curación de heridas o el suministro de agua potable. Las heridas ocultas no son menos peligrosas«, afirmó el presidente del CICR, Peter Maurer.
Ese organismo señaló que el apoyo psicosocial y el cuidado de la salud mental deben ser un aspecto fundamental a la hora de enviar asistencia humanitaria y organizar misiones de emergencia en zonas conflictivas. «Durante mucho tiempo los servicios de salud mental han sido abordados de manera tardía en situaciones de conflicto», admitió Maurer.
Concluyó que «cuando los traumas son invisibles, es fácil pasarlos por alto o no darles prioridad, pero la guerra tiene efectos devastadores para la salud mental y el bienestar psicosocial de millones de personas«.
Cabe mencionar que el CICR organizó un sondeo entre 15 mil jóvenes de entre 20 y 35 años en 15 países, en el que un 73 % de los encuestados consideraron que las necesidades en materia de salud mental son tan importantes para las víctimas de los conflictos armados, como el agua, el alimento o el refugio.
El mayor apoyo a esta postura vino de los jóvenes de un país en guerra como es Siria, donde ese porcentaje subió al 87 %, mientras que en Ucrania, otra nación dividida por un conflicto armado, se alcanzó el 81 %.
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