El candidato presidencial panameño José Raúl Mulino propuso «cerrar» el Tapón del Darién, un paso por el que transitan miles de migrantes que provienen de países suramericanos, asiáticos y africanos.
El Tapón del Darién, donde hay presencia por grupos criminales y funcionarios corruptos, se ha convertido en uno de los cruces fronterizos más peligrosos del mundo. Durante el año pasado, más de medio millón de personas, incluidos 113,000 niños, arriesgaron sus vidas para cruzar esta inhóspita región, en comparación con los 24,000 que lo hicieron en 2019.
Por un lado, Mulino prometió «repatriar a toda esta gente» y asegura que se respetarán los derechos humanos de los migrantes. Sin embargo, los críticos, como Juan Pappier de las ONG Human Rights Watch, argumentan que la idea es impracticable y potencialmente peligrosa. Pappier ha señalado en varias ocasiones que restringir el flujo de migrantes podría empujarlos a tomar caminos aún más peligrosos, enriqueciendo a los grupos del crimen organizado y dejando a Panamá con aún menos control sobre la situación.
“La frontera de Estados Unidos, en lugar de estar en Texas, se trasladó a Panamá ”, aseguró Mulino.
El Tapón del Darién, con aproximadamente 60 kilómetros de ancho y 160 kilómetros de largo, es una región de difícil acceso, dominada por grupos de narcotraficantes que han ejercido un control efectivo sobre el área durante décadas. La propuesta de Mulino plantea interrogantes sobre cómo se llevaría a cabo su cierre y qué medidas se tomarían para garantizar la seguridad de los migrantes que actualmente atraviesan esta región en su camino hacia el norte.
La mayoría de los migrantes que cruzan el Tapón del Darién provienen de países con economías en crisis, como Venezuela, Cuba y Haití. Sin embargo, hay una creciente cantidad de personas de otras partes del mundo, incluida África y Asia, que también buscan llegar a Estados Unidos. Con las restricciones de visa en México y Centroamérica, el número de personas que cruzan el Tapón del Darién podría seguir aumentando en los próximos años.
A medida que la propuesta de cerrar el Tapón del Darién sigue generando controversia, surgen preocupaciones sobre el aumento de la violencia y los abusos que enfrentan los migrantes en esta región. Médicos Sin Fronteras, antes de ser expulsado por el gobierno panameño, documentó un aumento significativo en los abusos sexuales, mientras que los informes de bandidos armados que atacan a los migrantes son cada vez más frecuentes.
Aunque las autoridades panameñas han informado haber encontrado 124 cadáveres en el Tapón del Darién en un período de dos años, es probable que esta cifra subestime la verdadera magnitud del problema. La falta de presencia estatal y la presencia dominante de grupos criminales dificultan enormemente la recopilación de datos precisos sobre las víctimas de esta peligrosa travesía.
En un año electoral en Estados Unidos, la migración se ha convertido en un tema central en la agenda política de la región. El anuncio del plan para cerrar el Tapón del Darién por parte de Panamá, Colombia y Estados Unidos el año pasado parece tener poco impacto en el flujo migratorio. Para muchos, la propuesta de Mulino podría ser interpretada como un intento de enviar un mensaje a Estados Unidos en un momento políticamente estratégico.
A menos de tres semanas de las elecciones del 5 de mayo, José Raúl Mulino es el favorito para convertirse en el próximo presidente de Panamá.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Juan Camilo Cely