Esta fotografía fue muy comentada en las redes sociales y ha puesto en evidencia el papel que desempeña la policía militarizada de la Guardia Nacional de México en la contención de la migración.
Lety Pérez cayó al suelo. Apretaba su mano, que cubría su rostro mientras lloraba desconsolada. Con su brazo agarraba a su pequeño hijo de seis años, quien miró desafiante al soldado de la Guardia Nacional mexicana que les impedía cruzar a Estados Unidos.
La difícil situación de esta madre y su hijo, quienes habían viajado unos 2,400 kilómetros desde su país, Guatemala, hasta Ciudad Juárez, sólo para ser detenidos a pocos metros de Estados Unidos, fue capturada por el fotógrafo de Reuters José Luis González cuando se acercaba el crepúsculo.
El soldado, quien no reveló su nombre, vestía uniforme de camuflaje color caqui y llevaba un rifle de asalto al hombro. Dijo que seguía órdenes, aseguró González.
Esta fotografía tuvo una amplia repercusión en las redes sociales y ha puesto de relieve el papel que desempeña la policía militarizada de la Guardia Nacional de México en la contención de la migración, en su mayoría procedente de América Central.
El presidente Andrés Manuel López Obrador creó la Guardia Nacional para reducir las tasas récord de homicidios, pero casi un tercio de sus miembros están ahora asignados a patrullar la frontera para apaciguar la exigencia de Donald Trump de frenar el flujo de migrantes hacia Estados Unidos.
El soldado no tuvo ningún comportamiento agresivo durante el encuentro de nueve minutos con Pérez y su hijo. Sin embargo, la dinámica de poder que se aprecia en la imagen resonó en medio de las críticas al trato que reciben los migrantes en México.
El expresidente mexicano Felipe Calderón, quien retuiteó la foto después de que fue publicada por el exembajador mexicano en Estados Unidos Arturo Sarukhán, escribió “qué pena, el gobierno de #México no debió de haber aceptado esto”.
El portavoz de la presidencia, Jesús Ramírez, dijo que la imagen es un ejemplo de la Guardia Nacional haciendo su trabajo para velar por la seguridad pública y señaló que el soldado no impidió a Pérez cruzar pero le advirtió sobre el peligro de hacerlo.
“La Guardia combate el delito de tráfico de personas y protege los derechos humanos de la población y de los migrantes que cruzan el país”, señaló.
Un funcionario de la Guardia Nacional afirmó que el soldado “le invitó a evitar ponerse en riesgo al cruzar el río con un menor”.
En junio, López Obrador dijo que la Guardia Nacional no tenía órdenes de detener a los migrantes que cruzaban la frontera de Estados Unidos. Él menciona con frecuencia que no se deben violar los derechos.
Las detenciones de inmigrantes en la frontera sur de Estados Unidos cayeron en junio en aproximadamente un tercio, a alrededor de 100,000 personas, según datos estadounidenses, después de que México desplegó en sus fronteras unos 21,000 efectivos de la Guardia Nacional, en su mayoría procedentes de las filas del Ejército.
Trump dijo el miércoles que México “probablemente enviará más” tropas a su frontera con Estados Unidos. La cancillería mexicana no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Las tropas de la Guardia Nacional en Ciudad Juárez, incluyendo al soldado de la foto, están equipadas con cascos balísticos, chalecos antibalas y rifles. Se identifican por pequeños brazaletes con las letras “GN”, de Guardia Nacional.
González dijo que estaba haciendo su recorrido diario a lo largo del cauce seco del Río Bravo, que separa su natal Ciudad Juárez de El Paso, Texas, cuando los guardias detuvieron a un puñado de migrantes, entre ellos a la mujer con su hijo, en un camino polvoriento que da al río.
De repente, aprovechando la oportunidad cuando el soldado miró hacia otro lado, Pérez se lanzó hacia los arbustos a la orilla del río, arrastrando a su hijo con ella. Rápidamente corrieron hacia el otro lado del río y salieron de la jurisdicción de los guardias, donde los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos los detuvieron.
En respuesta a una solicitud de información, un portavoz dijo que el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos no tenía los recursos necesarios para rastrear el paradero actual de Pérez y de su hijo en base a los detalles que Reuters pudo proporcionar.
Dependiendo de los detalles del caso, los dos serían procesados en una estación de la patrulla fronteriza y luego entregados al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, o puestos en un programa que devuelve a algunos migrantes a México para esperar las audiencias de la corte estadounidense, dijo el portavoz, quien pidió no ser nombrado.
*Tomado de Noticias RCN