Ha pasado una semana desde que un grupo de personas reportaron el robo de cuatro bicicletas en el marco del Gran Fondo del Quindío, un hecho que además se dio en una casa alquilada a través de Airbnb, una plataforma digital dedicada a la oferta de alojamientos a particulares y turísticos.
En Antena 2 hablamos con Daniela Duque, una de las afectadas, quien nos narró un poco más sobre el hecho y en qué va el proceso de las denuncias: «Se dio en la madrugada del 13 de agosto mientras dormíamos, cuando nos despertamos no encontramos las bicicletas e inmediatamente llamamos a Airbnb, a la policía y al cuidandero de la finca, quien fue el que nos entregó las llaves».
«Hay algo grave y es que la casa en donde nos quedamos tenía cinco cámaras pero tres de ellas no servían, de esas tres una daba al portón, sabemos que las bicicletas salieron por allí porque no había puertas forzadas. Empezamos a buscar las cámaras aledañas y hay una bodega que se llama Almaviva, contactamos al administrador y le dijimos que nos dejara ver los registros» añadió Duque.
¿En qué va el proceso y qué respondieron?
El Airbnb: «Ellos nos respondieron y nos dijeron que nos teníamos que poner en contacto con un agente, pero que tuviéramos en cuenta que ellos solo nos podían dar hasta un monto específico por alguna pérdida que se presentara durante la estadía».
«Airbnb nos dijo que solo nos respondían por 500 USD por artículo robado y en eso se sostienen; no dan el brazo a torcer sabiendo que ese monto no cubre ni las ruedas. Porque en realidad nos darían 2000 USD ($8.782.660) por las cuatro bicicletas las cuales están avaluadas por casi 80 millones de pesos».
El cuidandero de la finca: «Cuando esto pasó yo lo llamé y él llegó a culparnos a nosotros, dijo que éramos los responsables y que nos habían seguido. Tuvo una actitud muy a la defensiva».
El anfitrión del Airbnb: «Llegó y nos dijo que no iba a responder porque él ni siquiera sabía si eso estaba o no en la casa».
El administrador de la bodega cerca a la finca: «Él se negó a darnos los registros de las cámaras y ocho días después seguimos sin tener respuesta de su parte».
Ante la fiscalía pusieron el denuncio el mismo día que se percataron que no estaban las bicicletas y Daniela confesó que de no tener una respuesta más «empática» por parte de Airbnb «acudiremos a la Superintendencia porque esto sucedió en un inmueble que presta un servicio a un consumidor aquí en Colombia, yo sé que ese organismo regula todos estos negocios».