Toby es un perro de 8 años, cruce de criollo y Golden Retriver y padece una complicación cardiaca.
“Desde los 3 años de edad empezó a presentar convulsiones mensuales y con medicación homeopática mejoró, pero desde octubre de 2020 se está desmayando y queda agitado en el piso”, explicó Manuela Dávila, dueña de Toby.
Según los veterinarios, la mascota sufre una arritmia cardíaca, provocada por un bloqueo auriculoventricular de tercer grado, diagnóstico que no augura un futuro alentador.
Sin embargo, médicos del Centro de Veterinaria y Zootecnia (CVZ) de la Universidad CES de Medellín encendieron una luz de esperanza para la familia y dueña de Toby.
Considerar la posibilidad de implantar un marcapasos para prolongar la vida de un canino significa esperanza y la materialización de un sueño ejercida con amor, con profesionalismo y con ética, indicó la gerente del CVZ, Carolina Castaño.
“Porque nos pone al servicio de nuestros pacientes la ciencia aplicada, la réplica de buenas prácticas y la rigurosidad de la medicina humana, que ahora se traslada a los animales”, añadió.
La primera experiencia con estos dispositivos en animales fue practicada por el Instituto el año pasado, al gato Romeo Aslan quien padecía la misma complicación de Toby, una interrupción de los impulsos eléctricos de las aurículas a los ventrículos.
La cirugía se realizará este jueves y tiene un costo aproximado de 15 millones de pesos, sin embargo, la institución correrá con la mayor parte de los gastos.
Al respecto, Ávila agradeció «el apoyo a Toby porque todos los animales deben de tener el derecho a la vida y a un debido tratamiento médico cuando su salud lo requiera».
«Queremos salvar su vida y lograr que el aspecto económico no sea un impedimento para que esto pase», concluyó.