El nuevo coronavirus superó este sábado la cifra de 150.000 afectados en el mundo, y todos los países, desde Estados Unidos a España, pasando por Rusia, cierran fronteras y aceleran sus medidas destinadas a atenuar el impacto de la pandemia.
El COVID-19 ya ha matado a más de 5.700 personas en 137 países, según el recuento de la AFP a partir de cifras oficiales, que sitúan los contagiados en 151.767.
Ese recuento, sin embargo, oculta el verdadero impacto de la pandemia a nivel mundial, ya que los métodos de conteo difieren de un país a otro y en naciones como Venezuela, donde se anunciaron los dos primeros casos, puede poner en jaque al devastado sistema sanitario.
España, el país europeo junto a Italia donde la pandemia progresa más rápidamente, hubo 1.500 nuevos contagios en las últimas 24 horas, acercándose a los 6.000 afectados y con más de 180 muertos.
El gobierno español, que decretó el estado de alarma, abrió un consejo de ministros de emergencia que continuaba reunido este sábado a media tarde. El país, que amaneció prácticamente paralizado, aguardaba con aprehensión el anuncio de las principales medidas.
Gobiernos regionales como el de Madrid, donde se concentra el número de afectados, ya anunciaron cancelación de todos los eventos públicos y cierre de comercios, excepto los esenciales.
El presidente estadounidense, Donald Trump, que el viernes dio luz verde a un acuerdo con los demócratas para un gran plan de lucha contra la COVID-19, anunció que se había sometido al test del coronavirus, cuyos resultados se darán a conocer posteriormente.
La Casa Blanca anunció también que se tomará la temperatura de «todas las personas en contacto cercano» con Trump y su vicepresidente Mike Pence, «como precaución».
Estados Unidos, que estremeció a la economía mundial al prohibir esta semana los vuelos procedentes de Europa por 30 días, extenderá la medida al Reino Unido, reveló Trump a periodistas.
El gobierno británico, por su parte, se dispone a ampliar sus medidas de combate, según medios de prensa, ante la imparable progresión de la crisis sanitaria en sus vecinos europeos.
Rusia decidió cerrar el domingo sus fronteras terrestres a los extranjeros, Noruega anunció el cierre de puertos y aeropuertos.
Noticias más esperanzadoras desde China
Europa es hoy por hoy el centro de la epidemia, según la OMS.
China, país origen de la pandemia, con más de 3.000 muertos, registra en cambio cifras diarias bajísimas de contagio y fallecimientos. Este sábado, solo hubo 11 infectados.
Pero la COVID-19 llega a nuevos países cada día. En las últimas horas se registraron los primeros casos en Ruanda y Guinea Ecuatorial, y Ecuador y Dinamarca lamentaron respectivamente su primer muerto.
Italia, el segundo país con más decesos detrás de China (1.441 muertos y 21.157 casos), vivía un fin de semana en silencio, su población recogida en los domicilios. Milán y Roma decidieron cerrar sus parques y jardines para impedir concentraciones de gente.
En todo el planeta, la epidemia vacía poco a poco las calles, confina en casa a millones de ciudadanos y transforma las vidas cotidianas. El saludo con un beso, el café en la barra del bar, las reuniones de trabajo o ver una película en el cine se convierten en actos cada vez más raros, o imposibles.
«Nosotros que estamos acostumbrados a ver multitudes, ver así la Puerta del Sol nos resulta desolador», decía el sábado Paco Higueras, trabajando con mascarilla y guantes en una tienda de alimentación en el centro de Madrid.
La fotografía de una enfermera italiana, exhausta y dormida sobre el teclado de su ordenador se ha convertido en la imagen del agotamiento extremo del personal sanitario del norte de Italia.
«Podría trabajar 24 horas seguidas si fuera necesario, pero no oculto que en este momento estoy ansiosa porque lucho contra un enemigo que no conozco«, declaró a la prensa la enfermera, Elena Pagliarini.
Plan de autodiagnóstico en EEUU
El desafío del nuevo coronavirus, que afecta particularmente a las personas de la tercera edad, está provocando una carrera contrarreloj de laboratorios para hallar una vacuna.
El plan acordado por Trump y los demócratas prevé acelerar la puesta en marcha de un plan de distribución de kits de autodiagnóstico para la población, lo que permitiría actualizar rápidamente las cifras de afectados en ese país, actualmente en más de 2.000.
En París, lugares emblemáticos del turismo como el museo del Louvre o la torre Eiffel están cerrados.
A pesar de la prohibición oficial, centenares de «chalecos amarillos», el movimiento populista antisistema, salieron de nuevo a la calle en París y se enfrentaron a la policía.
Los franceses elegirán el domingo a sus nuevos alcaldes pese a que la epidemia sigue avanzando. Las medidas de seguridad e higiene se incrementarán durante las votaciones para prevenir los contagios.
En América Latina, Colombia anunció el cierre de los pasos fronterizos con Venezuela y restringió la entrada de extranjeros que hayan estado en Europa y Asia. Venezuela se declaró en «estado de alarma» tras confirmarse los dos primeros casos y Uruguay decretó la emergencia sanitaria y el cierre parcial de fronteras.
En el deporte siguen produciéndose las anulaciones o postergaciones de competiciones y eventos. El Giro de Italia y el gran Premio de Australia de Fórmula 1 fueron cancelados en las últimas horas.
Las dudas se ciernen sobre la celebración de la Eurocopa, prevista en junio y julio en 12 países. Japón, sin embargo, cuenta organizar los Juegos Olímpicos en Tokio el próximo julio, reiteró el gobierno.
En India, decenas de activistas hindúes decidieron realizar el sábado una «fiesta de orina de vaca» para protegerse de la epidemia. Para ello no dudaron en ingerir un brebaje a base de orina, excrementos de vaca y cuajada, entre otros ingredientes.