El papa Francisco animó hoy al nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a fomentar «la reconciliación y la paz» tanto en su país como en todo el mundo, en un mensaje de felicitación por la toma de posesión de su cargo.
«Pido a Dios, fuente de toda sabiduría y verdad, que guíe sus esfuerzos para fomentar el entendimiento, la reconciliación y la paz en Estados Unidos y entre las naciones del mundo a fin de promover el bien común universal», se indica en el mensaje, dirigido a la Casa Blanca.
Como ya hiciera en 2016 con el mandatario saliente, Donald Trump, el pontífice en primer lugar le felicitó por su nombramiento como 46º presidente de los Estados Unidos y le trasladó sus «mejores deseos» durante su mandato.
«Que bajo su liderazgo, el pueblo estadounidense continúe sacando fuerzas de los elevados valores políticos, éticos y religiosos que han inspirado a la nación desde su fundación», augura.
El papa avisa que las «graves crisis» que afronta el mundo en estos momentos «exigen respuestas unidas y con visión de futuro» y, por ello, aseguró que reza para que las decisiones de Biden sigan la necesidad de construir una sociedad más justa y libre.
«Rezo para que sus decisiones se guíen por el deseo de construir una sociedad marcada por la justicia y la libertad auténticas, por el respeto inquebrantable de los derechos y la dignidad de todas las personas, especialmente los pobres, vulnerables y los que no tienen voz», insta el pontífice.
Biden es el segundo presidente católico de los Estados Unidos, después de John F. Kennedy (1961-1963). En 2013, como vicepresidente de la Administración Obama, encabezó una delegación de representantes estadounidenses a Roma para asistir a la misa de inicio de pontificado de Francisco, en marzo de 2013.
Y se volvieron a ver en 2015 con motivo del viaje apostólico de Francisco a Estados Unidos. El pasado mes de noviembre, ya como presidente electo, Biden conversó telefónicamente con el pontífice y le expresó su intención de trabajar conjuntamente para abordar la crisis climática y dar acogida a los inmigrantes y los refugiados.
Un deseo que contrastaba fuertemente con su antecesor Trump, con quien Francisco mantuvo conocidas diferencias acerca de las políticas migratorias o medioambientales, por ejemplo.
De él llegó a decir, cuando aún era candidato republicano en 2016, que pensaba «en construir muros», por su política migratoria con la frontera mexicana, y que eso «no era cristiano».