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La resolución regirá desde el 20 de agosto y tendrá vigencia por dos años. Aunque protege a los infantes, no brinda beneficios a los padres. Para su implementación, Colombia contará con 1 millón de dólares de Unicef, Acnur y la OIM
Con la entrega de nacionalidad a hijos de padres venezolanos, “desde ahora los derechos fundamentales de esta población podrán ser garantizados, con acceso a programas sociales del Estado en salud y educación, así como a servicios de protección a la primera infancia”.
El anuncio lo hizo el presidente de Colombia, Iván Duque, como una respuesta de su gobierno al estado de vulnerabilidad que enfrenta la más afectada población migrante de Venezuela, en medio de la peor crisis humanitaria de su historia.
Como “Primero la Niñez” fue bautizado el programa que, en voz del mandatario cafetero, busca “darles una luz de esperanza a miles de niños y sus familias”. Pues, “con esta Resolución les cumplimos a nuestros hermanos que merecen atención y cariño de todos los colombianos”.
La Resolución de la Registraduría nacional es una medida histórica que regirá desde el 20 de agosto. Sin embargo, responde también a una serie de denuncias, entre las cuales se incluye la inatención de bebés recién nacidos bajo el nada humanitario gesto de cero servicio para “apátridas”, aunque se trate -como en este caso- de vidas indefensas.
Tal como alertó Aleteia en mayo de 2019, el 70% de los recién nacidos en la frontera de Colombia son de padres venezolanos y la mayoría de ellos se encuentra en condición de “indocumentado” o están en la penosa condición de “apátrida”.
La nueva medida es un avance en la legislación colombiana y un respiro para los migrantes, luego de que a finales del primer semestre del año un fallo de la Corte Constitucional ordenara que los niños venezolanos fuesen atendidos por el sistema de salud cafetero, “aunque sus padres hayan ingresado de forma ilegal a su territorio”.
La novedad de aquella orden es que además de recibir la atención que hasta ahora les negaron, no podrán tomar en cuenta la situación legal del infante o la de sus padres, ni discriminarles de forma alguna por ello.
El programa no incluye a todos los niños venezolanos
Aunque no los abarca a todos, el plan anunciado por el gobierno de Iván Duque acoge a 24.000 niños nacidos en Colombia desde el 19 de agosto del 2015 y cuyos padres sean venezolanos.
El mecanismo “es un gran esfuerzo interinstitucional del Estado, al unirnos para decirles a los niños venezolanos sin nacionalidad que no van a estar más en esa situación”, dijo Duque.
Hasta ahora los infantes sufrían un vacío jurídico, al no poder recibir la nacionalidad de su padres, toda vez que la legislación colombiana no brinda la ciudadanía a alguien por el solo hecho de nacer en su suelo.
En medio del anuncio desde la Casa de Nariño, el mandatario no evitó referirse al tema migratorio y su abordaje en Europa: “Atenemos un ingreso per capita de menos de 8.000 dólares, muy inferior al de países europeos que han enfrentado crisis migratorias, nosotros sabemos hacer de la fraternidad también un sentimiento de solidaridad”.
La niñez es vulnerable en Venezuela y Colombia
El mandatario argumentó que los niños estaban en “riesgo real” de apatridia porque la dictadura de Nicolás Maduro les “ha entorpecido” el camino de obtener la nacionalidad venezolana al dejar de prestar servicio consular o por dejar de expedir documentación.
Pero los niños también sufren “riesgo real” en Colombia. Y es que la medida que ahora los protege tuvo como precedente el muy mediático caso del Hospital Regional de Aguachica, en Cesar.
La institución puso en riesgo la vida de no pocos infantes cuando se negó a afiliar a los recién nacidos de padres venezolanos al sistema social colombiano, sin lo cual no era posible legalmente brindar la atención de salud en Colombia. En esa ocasión, se argumentó la decisión en que los padres no contaban con permisos migratorios.
“Niños sin Patria” aunque nazcan en Colombia
Sin embargo, la Corte estimó que la acción del centro médico hizo que se vulneraran los derechos de salud, dignidad humana e igualdad de un bebé. Lo que derivó más tarde en una medida de protección general, y ahora en el programa ampliado que busca proteger a más de 24 mil infantes.
La fundamentación de la Corte para su histórico fallo se basó en que “el niño tiene derecho a acceder al sistema de salud, independientemente de la situación irregular de sus padres”, por lo que su condición “no puede ser motivo para denegar derechos fundamentales a personas tan vulnerables como lo son los recién nacidos”.
Son llamados “apátridas” los niños que nacen de madre venezolana en suelo colombiano. El mayor problema del vacío legal existente hasta ahora, es que al momento de buscar nacionalidad para el niño no hay forma de obtenerla.
La recién anunciada medida tendrá vigencia por dos años. Permite que los menores cuyos padres sean venezolanos y que hayan nacido en Colombia a partir del 19 de agosto de 2015 obtengan la nacionalidad colombiana.
1 millón de dólares
No importa el nombre del niño o niña. Tiene un costo. Lo dejó claro la Superintendencia de Salud neogranadina al advertir en mayo que al menos 300 dólares le “cuesta” al sistema de salud colombiano atender a cada recién nacido venezolano, cuyos padres ingresaron de manera ilegal a la tierra del café.
En esta ocasión se tramitó el desembolso de 950.000 dólares de Unicef, Acnur y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Así, la inversión estimada es de unos 40 dólares por infante, monto similar a lo que gratuitamente invierte Cáritas en Venezuela para salvar a un menor de la desnutrición en 2 meses.
La medida favorece a los niños en riesgo de apatridia, pero no contempla otro tipo de beneficio para sus padres, quienes -no obstante- podrán gestionar visa de visitante, migrante, o residente, según la actividad que pretendan realizar en la nación del café.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha identificado en 78 países a cuatro millones de personas apátridas. Son discriminadas y frecuentemente sufren limitaciones para acceder a derechos básicos de salud, educación y participación en la sociedad.
Colombia es el principal receptor de los más de 4 millones de venezolanos que han huido debido a la crisis en los últimos años, de acuerdo con cifras de la ONU. Con 1,4 millones de migrantes de esa nación, el país cafetero es su primer puente y destino.
Fuente: Aleteia