Los empleados de la empresa tecnológica Google y otras unidades de su empresa matriz, Alphabet, anunciaron este lunes la creación de un sindicato, intensificando un periodo de activismo dirigido a los gigantes de Silicon Valley.
El Alphabet Workers Union, afiliado a Communications Workers of America, tiene como objetivo representar a los trabajadores bien remunerados del sector tecnológico, así como a los empleados temporales y contratistas, según un comunicado.
El nuevo grupo laboral se centra no solo en los salarios y los beneficios como la mayoría de los sindicatos, sino que también pretende tener un papel en las decisiones éticas del gigante tecnológico y en la protección contra despidos arbitrarios por activismo.
«Esperamos crear un proceso democrático para que los trabajadores ejerzan el poder de toma de decisiones; promover la justicia social, económica y ambiental; y poner fin a las desigualdades injustas entre TVC (temporales, proveedores y contratistas) y FTE (empleados de tiempo completo)», remarcó el sitio web de la agrupación.
A fines de diciembre, el sindicato tenía unos 200 miembros. Las grandes empresas de tecnología, que ofrecen una compensación generosa a los ingenieros de software y otros trabajadores calificados, han evitado en gran medida los impulsos gremiales de sus plantillas, aunque se han enfrentado a un creciente malestar por problemas en los lugares de trabajo en los últimos años.
En Amazon, que tiene decenas de miles de trabajadores en sus depósitos, las campañas se han centrado en las condiciones laborales y la seguridad durante la pandemia.
Uno de los catalizadores en Google fue el reciente despido de Timnit Gebru, un investigador negro de ética de inteligencia artificial y abierto activista de diversidad. La compañía también enfrentó una reacción violenta de los empleados por su participación en un proyecto del Pentágono conocido como Proyecto Maven, que Google finalmente concluyó.
Pedido
De otro lado, Pakistán pidió al gigante tecnológico Google y a la enciclopedia abierta Wikipedia, que dejen de difundir de inmediato contenido «sacrílego» contra el islam o se enfrentarán a acciones legales, con críticas por la difusión de la doctrina de la minoría ahmadí, a los que consideran blasfemos.
La Autoridad de Telecomunicaciones de Pakistán (PTA) llamó la atención así sobre una «versión no auténtica» del Corán subida a Google Play por los ahmadís, resultados en el buscador de Google relacionados con el «actual khalifa (o líder ahmadi) del islam» o una entrada en Wikipedia en la que se califica a éste de musulmán.
Una situación que choca con el Código Penal paquistaní, que prohíbe a los ahmadis «hacerse pasar por musulmanes», llamar a sus templos mezquitas o vender textos de su secta, lo que podría acarrear penas de hasta tres años de cárcel. Hasta se les prohíbe saludar con el típico saludo musulmán «assalamu alaikum».
Foto: AFP