En los municipios de Aguazul, Villanueva, Tauramena, Sabanalarga, Monterrey, Paz de Ariporo, Orocué, Támara, Maní, Pore y Yopal, han sido socorridas 570 familias, especialmente campesinos, inundadas por los ríos La Curama, Pauto, Cravo Sur, Cusiana, Meta, Unete y Upía.
Historias, como la de doña Aura Cruz, habitante en la vereda Limonal (Maní), han conmovido a los casanareños. La campesina, relató entre lágrimas, la pérdida de 16 hectáreas de arroz, arrasadas por el río Meta. Pero reconoce, que las ayudas fueron un aliento a su pérdida.
Dada la situación por la que atraviesa este territorio, aunado a un pronóstico de fenómeno La Niña, a consolidarse entre julio y agosto, como también, a que el mes de junio, es considerado el más lluvioso del año; el Consejo Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres, el pasado viernes, dio concepto favorable al Gobernador para que declare el estado de calamidad pública en Casanare. “Con la calamidad pública haremos un llamado al Gobierno Nacional, para que nos ayuden a darle respuesta a los desastres que nos deja la lluvia”, señaló el mandatario de los casanareños, César Ortiz Zorro.
De acuerdo con Guillermo Velandia, jefe de la Gestión del Riesgo en este Departamento, a la fecha ya se han reportado 214 emergencias, discriminadas en 133 inundaciones, 51 movimientos de tierra y 30 vendavales. Lo anterior, entrega un registro de 3.933 familias damnificadas, 12 puentes afectados, dos víctimas mortales, 168 viviendas afectadas parcial y/o totalmente.