España anunció el miércoles que exigirá una visa de tránsito a los senegaleses que hagan escala en el país, un requerimiento que ya impuso a los kenianos, en medio de una avalancha de solicitantes de asilo que han colapsado instalaciones del aeropuerto de Madrid.
La medida para los senegaleses entrará en vigor el 19 de febrero, informó la embajada española en Senegal en la red social X.
Las autoridades españolas comenzaron el sábado a pedir visa de tránsito a los ciudadanos de Kenia que hagan escala en aeropuertos españoles.
Sindicatos de la policía española, institución competente en extranjería, denuncian desde hace meses que ciudadanos de algunos países africanos que viajan a destinos como Brasil, hacen escala en Madrid y solicitan asilo.
El aeropuerto de Madrid-Barajas, el más transitado de España, ha registrado desde agosto un «aumento exponencial» en el número de solicitantes de asilo, lo que ha desbordado las zonas dedicadas a albergarlos, afirmó de su lado la ONG Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).»El hacinamiento e insalubridad han alcanzado puntos críticos, provocando plagas de chinches, acumulación de basura y escasez de toallas para la higiene personal», señaló CEAR en un comunicado.
De las 390 personas atrapadas en condiciones «indignas» en el aeropuerto, unas 182 no han podido formalizar su petición de asilo, según CEAR.
Los que esperan para hacer su petición son, en su mayoría, de Senegal, Marruecos, Somalia, Venezuela y Colombia.
«Estamos trabajando para evitar (…) utilizaciones fraudulentas en las escalas de los vuelos» de «ciudadanos que tienen todo el derecho a viajar a países», principalmente en América Latina, que no les exigen visa, había advertido el viernes pasado en Rabat el ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
«Si hay que introducir los visados de tránsito aeroportuario, pues se introducirán (…) lo cual no va en contradicción con tener un sistema, como el que tenemos, de asilo, de garantía de los derechos humanos», agregó.
Cruz Roja abandonó Barajas
La situación en el aeropuerto de Barajas es tan complicada, que hasta la Cruz Roja decidió marcharse hace algunos días. Los 12 empleados del ente estaban encargados de asistir a los recién llegados, y tenía subcontratada la limpieza.
«No se puede trabajar en esas condiciones”, afirmó a El País de España el director de Migraciones de la organización, José Javier Sánchez Espinosa.
Precisamente a esa ONG acudió una madre colombiana de 27 años, contactada por el medio español, pidiendo víveres como cepillo de dientes, ropa, compresas, y unas chanclas para su hija. “Siempre estaban ocupados o no había”, se quejó.
El Ministerio del Interior asumió el cuidado y limpieza del aeropuerto. Además, se ha ampliado la presencia de agentes de la policía, pasando de ocho agentes a 24, a propósito de dos fugas de 26 personas en diciembre.
Después de pasar más de dos semanas en condiciones desfavorables, durmiendo en el suelo, rodeada de basura junto con su hija, La Oficina de Asilo y Refugio consideró que su relato de persecución vinculado a la delincuencia organizada que actúa en su país contenía alegaciones “inverosímiles, insuficientes y contradictorias”, y se le ordenó devolverse a Bogotá.
“Me sentí muy feliz, lloré mucho porque pensé que iba a pasar más días allí con mis hijos. Mi estancia allí no era muy diferente a la de una prisión en Colombia”, sostuvo la mujer.
Fuente: Sistema Integrado de Información y AFP – RCN Radio – Juan Camilo Cely