En medio de la intensa sequía que afecta a puntos críticos de Paz de Ariporo, la Administración Departamental de Casanare ha lanzado un proyecto piloto para combatir la sequía y garantizar la supervivencia de miles de especies. Sin embargo, surge la pregunta: ¿Es esta solución sostenible en el tiempo o solo una acción desesperada inmediatista?
El proyecto, que cuenta con un presupuesto de 3.700 millones de pesos, consiste en la construcción de 13 pozos profundos equipados con sistemas de bombeo solar y abrevaderos de 60 x 50 metros de ancho y 2 metros de profundidad. Además, se están sembrando más de 14 mil árboles en 13 hectáreas, garantizando su cuidado durante un año.
Aunque el proyecto ha logrado activar el sistema de bombeo de agua en varios puntos, llevando esperanza a miles de especies, surge la duda sobre su sostenibilidad en el tiempo. ¿Es posible que el caudal de la bomba compense la percolación y la evaporación? ¿Cómo evitar que el agua renueve su oxígeno, ante la carga orgánica aportada por la fauna nativa?
Además, se pregunta si este proyecto es una solución a corto plazo que no aborda las causas profundas de la sequía en la región. ¿Se ha considerado la posibilidad de que la sequía sea un problema estructural que requiere una solución más integral y sostenible?
El proyecto es muy positivo y aunque el proyecto piloto para combatir la sequía en Casanare ha logrado algunos resultados positivos, es fundamental evaluar su sostenibilidad en el tiempo y su impacto ambiental y social. Es necesario considerar si esta solución es la mejor opción para abordar la sequía en la región o si se requiere una estrategia más integral y sostenible, pero es el primer paso.
Por: Ricardo Collazos.