La Unión Europea también aprovecha la oportunidad para prohibir algunos productos nocivos para el medio ambiente.
La Comisión Europea adoptó este martes nuevas medidas para alargar la vida de varios electrodomésticos, como neveras, lavadoras e incluso televisores, y hacerlos más sostenibles respecto al consumo energético.
Los electrodomésticos vendidos en la Unión Europea (UE) «por primera vez» deberán responder a «exigencias en materia de reparación y de reciclaje«, explica el ejecutivo comunitario en un comunicado.
Estas reglas, que entrarán en vigor en las próximas semanas, junto al nuevo etiquetado energético adoptado en marzo, deberían dar lugar a un ahorro energético anual equivalente al consumo de Dinamarca (167 TWh al año para 2030).
Para los hogares europeos, esto representa, según las estimaciones de la Comisión, un ahorro medio de 150 euros anuales en su factura de energía.
La legislación se aplica a las piezas de recambio que deberán estar disponibles «durante un largo período de tiempo después de su compra», al menos 7 años para los frigoríficos o al menos 10 años para lavavajillas, por ejemplo.
Además, los fabricantes deberán garantizar la entrega de las piezas «en un plazo de 15 días laborables«.
El consumo de agua también está en el punto de mira de la nueva legislación. Las medidas aplicables fijan un consumo máximo por ciclo.
La UE también aprovecha la oportunidad para prohibir determinados productos ignífugos utilizados por los fabricantes de televisores que se consideran nocivos, entre otras medidas.
«La ecoconcepción constituye un elemento clave de la lucha contra el cambio climático y una contribución directa a la consecución de los objetivos fijados en el Acuerdo de París», dijo Miguel Arias Cañete, comisario europeo de Acción por el Clima.
La organización europea de uniones de consumidores BEUC se felicitó de las medidas que deben ayudar a «invertir la tendencia actual de los productos desechables».
AFP