Varios medios de comunicación, apostados en Haití, han dado cuenta este miércoles de la confesión que uno de los exmilitares colombianos detenidos en Haití habría hecho al aceptar que tanto él como otros siete de sus compañeros, efectivamente, participaron en el ataque en el que el pasado 7 de julio el presidente Jovenel Moise, fue asesinado.
Hasta el momento la información no es del todo clara, ya que se desconoce si todos los colombianos sabían cual era el objetivo de la operación que adelantaban, pero todas las informaciones coinciden en afirmar que el exmilitar narró cómo, una vez al interior del domicilio del Moise, el grupo ingresó a la habitación donde él descansaba con su esposa para abrir fuego.
Vale la pena resaltar que, de momento, ninguna autoridad haitiana ha sido citada en ninguna de las informaciones entregadas, y que en las ruedas de prensa celebradas hasta ahora, este tema no ha salido a la luz.
De hecho este miércoles, el director general de la Policía de Haití, Léon Charles, presentó ante la prensa una fotografía de la supuesta reunión que los autores intelectuales del magnicidio celebraron en un hotel de la vecina República Dominicana para planificar la operación que finalmente se materializó a comienzos de este mes.
«Todos los elementos que planificaron, ejecutaron el asesinato se reunieron en el hotel de Santo Domingo», dijo Charles ante la prensa.
Las autoridades locales afirman que el principal responsable del plan para asesinar al presidente sería Christian Emmanuel Sanon, un médico que vive en Estados Unidos y a quien, hasta ahora, no se le conocía en los círculos políticos haitianos. Sin embargo, desde Haití se afirma que el médico quería reemplazar a Moise en la Presidencia.
Según lo dicho hoy por el director de la Policía de Haití, en la reunión también estaban Antonio Emmanuel Intriago Valera, director de la empresa CTU Security, Walter Veintemilla, responsable de la consultora Worldwide Capital Lending Group, el exsenador John Joël Joseph, un alcalde y el sospechoso de ser el enlace con la empresa que contrató a los colombianos.