El Gobernador Salomón Sanabria, el alcalde Jesús Monroy y el secretario de Gobierno Departamental, Óscar Gómez Peñaloza, realizaron un sobrevuelo a la reserva ubicada en la vereda Altagracia de Trinidad, afectada por un incendio forestal que por lo menos ha consumido unas 6.000 hectáreas. En el Puesto de Mando Unificado (PMU), los mandatarios evaluaron la situación de la emergencia, y desde allí se implementaron algunas acciones en procura de liquidar la deflagración en el menor tiempo posible.
Para hacer frente al evento, desde las 3:00 a.m. de este miércoles, se estableció el PMU, en donde autoridades del orden Departamental y Municipal iniciaron la coordinación en torno al desastre ambiental.
Entre las acciones encaminadas se señala la activación de los Cuerpos de Bomberos de los municipios de Yopal, Pore y Nunchía. Igualmente, unidades de la Defensa Civil de Casanare.
A la par, se activó apoyo aéreo a través de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, donde se transportaron nueve unidades de bomberos. Asimismo, hacia la zona del incendio, se movilizaron cuatro camionetas, un carrotanque y una ambulancia.
«Hemos venido trabajando para lograr apagar este incendio de grandes magnitudes. Estamos realizando las acciones pertinentes, junto a los organismos de socorro y la Administración Municipal», expresó Sanabria Chacón.
En la atención se destaca el apoyo económico de la empresa Parex, que aportó 3 millones de pesos para hidratación, alimentación y demás gastos logísticos.
«El difícil acceso, la distancia (4 horas, en camioneta 4×4), la poca comunicación, las altas temperaturas y los vientos fuertes son factores que han dificultado la respuesta. Esperamos que durante la noche, nuestros hombres de los organismos de socorro, puedan controlar la situación», señaló Guillermo Pérez Torres, director Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres.
Por su parte el director departamental de Medio Ambiente, Fabian Peralta, hizo un llamado a los campesinos a erradicar por completo las mal llamadas quemas controladas (tradicionales), que impactan la fauna y la flora de manera indiscriminada.