Una delicada situación de orden público se ha registrado en varias regiones del país por acciones violentas de las Farc.
El último ataque de ese grupo insurgente se presentó en Mocoa, Putumayo, donde fueron activados dos artefactos explosivos: uno contra la estación de Policía y otra contra el grupo Gaula, que dejó daños materiales en las edificaciones y casas aledañas.
Esta acción violenta fue atribuida por las autoridades al Bloque Oriental de la organización guerrillera, el cual delinque en esa región del país.
La Policía del Cauca atribuyó a las Farc el ataque contra una patrulla de la institución en el municipio de Argelia, que dejó cuatro militares y dos civiles heridos, los cuales luego fueron trasladados a un hospital en Popayán donde a esta hora son atendidos.
En Norte de Santander, la Policía determinó ofrecer 100 millones de pesos de recompensa a quien entregue información de los autores de los atentados que se registraron en El Zulia, donde fueron asesinados dos policías.
Las autoridades revelaron que en el sur del Tolima se han venido registrando enfrentamientos esporádicos entre tropas del Ejército y las Farc, sin que hasta el momento se tenga un balance de dichos combates.
En esta zona del país, un grupo de insurgentes le ordenó a los habitantes no votar en las próximas elecciones de octubre.
Por otro lado, en el departamento de Huila, la Policía confirmó que hombres armados vestidos de camuflado, al parecer integrantes de las Farc, fueron los autores del secuestro del caficultor huilense Alberto Almario Silva.
El caficultor de 60 años de edad fue sacado de su vivienda por seis hombres que argumentaron que necesitaban ayuda para desvarar un vehículo en una vía cercana y posteriormente se lo llevaron con rumbo desconocido.
En las próximas horas serán trasladados a sus lugares de origen los restos del sargento Néstor Barrera Chaparro y del soldado profesional Alvaro Arrigata González, quienes murieron en un combate con las Farc en zona rural de Montañitas, Caquetá para realizar sus exequias.