Varios mandos medios de la guerrilla de las Farc reconocieron ante la Jurisdicción Especial para la Paz los tratos inhumanos y crueles a los que fueron sometidos los secuestrados.
Tras ser interrogados por las víctimas acreditadas, tres exintegrantes de este grupo guerrillero revelaron la forma en cómo mantuvieron retenidos a policías, militares y civiles en diferentes regiones del país.
Marcos Alvis Patiño reseñló cómo fue la construcción de las jaulas de alambre de púas en las que fueron encerrados varios integrantes de la Fuerza Pública y civiles. «A los policías que estuvieron cautivos se les ponía un nylon para sujetarlos».
En este sentido indicó que nunca se le brindó atención o ayuda a los secuestrados ni aunque estuvieran enfermos. “No podían ir al chonto entre las 6:30 p.m. y las 5:00 a.m. una vez se cerraba la puerta” y debían hacer sus necesidades en bolsas e incluso “en los recipientes donde comían”.
A estos campos de secuestrados, construidos por orden del comandante guerrillero Víctor Julio Suárez Rojas, alias el ‘Mono Jojoy’, fueron trasladados varios de los militares y policías retenidos durante las tomas guerrilleras.
Marcos Alvis Patiño recordó ante la Sala de Reconocimiento de la JEP que durante años tuvo en su poder a policías que fueron secuestrados durante la toma de Mitú (Vaupés) en 1999.
Tras su declaración, rendida el pasado 6 de marzo, el exguerrillero pidió perdón a las víctimas.“El daño que hicimos en esta guerra es demasiado grande”. El compareciente indicó que “el secuestro era inhumano, denigrante y de las peores cosas que ha dejado el conflicto”.
En la diligencia se conoció una petición del general Luis Mendieta, quien estuvo secuestrado por diez años, en la cual narró el trato recibido, la forma en cómo los alimentaban y las constantes humillaciones.
“Él (en referencia al general Mendieta) quiere que se reconozca que ellos estaban cerca de los marranos, les llegaba el olor constante, y que no tenían agua suficiente y los marranos sí. Tenían sed, se sentían humillados”, precisó la magistrada Julieta Lemaitre.
Frente a esto, el compareciente reconoció la situción e hizo un mapa para describir la distribución del campo de secuestrados y la forma como le bombeaban agua a los marranos, a los cautivos y al campamento de los guardias.
Durante la diligencia, el exguerrillero presentó una construcción gráfica de los dos campamentos donde mantuvieron a los policías cautivos. Explicó que en un horario específico llevaban a bañarse a los secuestrados al Río Apaporis, en cercanías del Chiribiquete.
Describió además la forma en cómo estaban organizados los campamentos, en qué espacios eran ubicados los secuestrados y cuáles eran las condiciones en que los tenían. Los comandantes de las Farc eran los encargados de establecer el tamaño y las formas en que eran construidas las zonas donde debían permanecer los secuestrados.
Igualmente hizo referencia al caso del intendente Luis Hernando Peña Bonilla (retenido en la Toma de Mitú) y quien presentaba graves problemas de salud. Pese a que en un principio fue incluido en una lista para un intercambio humanitario luego fue retirado.
Hasta el día de hoy nada se sabe sobre el paradero del intendente. Debido a la solicitud de una de las víctiams el compreciente manifestó que averiguara con los exintegrantes de ese grupo guerrillero que delinquían en Mesetas (Meta) qué pasó con él.
Estas declaraciones se hicieron en el marco del proceso por toma de rehenes y graves privaciones a la libertad. En este caso han sido acreditadas 2.476 víctimas.
Foto: Colprensa