Según el Instituto Internacional de Investigación del Clima y el Institito de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, Ideam, la incidencia de que se presente este fenómeno natural durante este último trimestre del 2016 pasó del 60 al 40%.
Bajo esta perspectiva, hacia los últimos meses del año (octubre, noviembre y diciembre), la probabilidad del Fenómeno La Niña se ha reducido considerablemente.
No obstante, se espera el inicio de la segunda temporada de lluvias a mediados del presente mes, con una mayor probabilidad de precipitaciones por encima de lo normal en diversos sectores del piedemonte Llanero.
El Coordinador de la Gestión del Riesgo en Casanare, advierte sobre un pico máximo de lluvias entre octubre y noviembre, por lo cual, insta a los consejos de gestión del riesgo de los municipios, en cabeza de los alcaldes, primeros responsables de la Gestión del Riesgo en sus localidades, a mantener los planes de gestión del riesgo activos, reforzar las actividades de alistamiento y prevención frente a la segunda temporada de lluvias, para reducir eventos como el acontecido en el sector de Morichal, Yopal.
Leonardo Barón también informa, que actualmente se realiza la gestión para apoyar con ayuda humanitaria a 560 familias damnificadas en Orocué y 720 hogares campesinos en Hato Corozal, últimos municipios en decretar calamidad pública, instrumento con el cual requieren el apoyo del orden departamental una vez es sobrepasada su capacidad de atención a una emergencia, según los protocolos establecidos en la ley 1523 del 2012.
En lo corrido del año la Gobernación de Casanare ha apoyado con sustento humanitario a 1739 familias afectadas por la lluvias en Maní, Támara y Nunchía.
Ya son cinco los municipios en el departamento con calamidad pública a raíz de la fuerte temporada invernal.