El nombramiento en un alto cargo del Gobierno del hijo del exjefe paramilitar Rodrigo Toar Pupo, quien fue conocido entre los grupos paramilitares de la Costa Caribe con el alias de ‘Jorge 40’, generó una fuerte discusión en el Congreso.
Jorge Tovar Vélez, el hijo de ‘Jorge 40’, fue designado como nuevo director de Víctimas en el Ministerio del Interior, lo que desató posiciones encontradas entre los distinto sectores políticos.
La discusión empezó cuando el representante John Jairo Hoyos (partido de ‘la U’), quien es hijo de uno de los diputados del Valle del Cauca asesinados por la entonces guerrilla de Farc, pidió la palabra para manifestar que aunque se habla del momento de la reconciliación, es un mal mensaje del Gobierno este nombramiento de Tovar Vélez.
«Este joven profesional pidió perdón por las actuaciones de su padre y ante ello le respondemos sí a la reconciliación y sí al perdón. Pero quedamos con una enorme incertidumbre y preocupación de los mensajes y símbolos que quiere enviar el Gobierno, ya que siempre esperamos como víctimas que la representación hacia nosotros recaiga sobre personas o familiares o aquellos que han sufrido el conflicto del lado de las víctimas», manifestó el congresista.
A su turno, el representante Juan Manuel Daza (Centro Democrático) pidió la palabra para controvertir lo dicho por el congresista Hoyos, manifestando que quieren estigmatizar a una persona que no tiene nada que ver con lo que haya cometido su padre.
«Jorge Rodrigo es un ejemplo de reconciliación, porque mientras a muchos nos ha costado dar ese paso adicional para enfrentarnos a quienes fueron nuestros victimarios; él le ha dado ejemplo al país de eso. Empezó con un acto que le critiqué, que fue él como hijo de ‘Jorge 40’ abrazarse y darse la mano con Jaime Palmera, hijo de ‘Simón Trinidad’, el mayor enemigo de su padre; eso muestra un gran corazón», señaló Daza.
La representante Juanita Goebertus reconoció los actos de reconciliación del hijo de ‘Jorge 40’ y le preguntó a la Comisión si el uribismo tendría los mismos gestos si hubieran nombrado como director de víctimas en el Ministerio del Interior a un hijo de un miembro de Farc.
«Me sorprende pensar en si, quienes hoy apoyan con tanta vehemencia este nombramiento, apoyarían con igual ahínco que un hijo o hija de un excombatiente de las Farc fuese hoy nombrado como director de la dirección de víctimas del Ministerio de Interior», señaló la legisladora.