El líder opositor venezolano Juan Guaidó culpó este miércoles al presidente Nicolás Maduro por la muerte de un número indeterminado de militares en un combate con disidentes de la extinta FARC en el estado de Apure, fronterizo con Colombia, e insistió en que el gobernante protege a una facción de la guerrilla.
«La tragedia tiene responsables: el usurpador y los generales que ordenan, pero no comandan ni controlan el teatro de operaciones», dijo Guaidó en un comunicado en referencia al presidente Maduro y al alto mando militar.
El exdiputado indicó que Maduro «no ama esta patria» porque ha «ejecutado contra ella el mayor acto de deshonra: enviar a Apure a jóvenes oficiales y soldados con poca capacitación, entrenamiento y apresto operacional para enfrentarse» con, dijo, el frente décimo de las FARC y «proteger» a los guerrilleros Jesús Santrich e Iván Márquez.
Según Guaidó, el alto mando militar está «protegiendo las rutas del narcotráfico» y «sacrificando a las Fuerzas Armadas con un saldo de muertos y heridos que nadie conoce».
El opositor dijo, en ese sentido, que lo que sucede en Apure es la prueba de la «degradación ética, profesional, moral y operacional» del alto mando militar.
Asimismo, reiteró que las consecuencias de estos hechos que se registran desde el pasado 21 de marzo están siendo «irreparables».
«Recibimos dolorosas denuncias de venezolanos asesinados para ser encubiertos como falsos positivos, de cadáveres de soldados que han sido abandonados en las zonas de conflicto, de decenas de detenciones arbitrarias de personas inocentes», dijo.
El pasado lunes, la Fuerza Armada venezolana informó en un comunicado sobre la muerte de varios soldados en combates, pero no detalló la cantidad ni sus nombres.
Durante esta jornada, el Ejército venezolano indicó en su cuenta de Twitter que se encontraban rindiéndole un homenaje póstumo a los sargentos Wilmer Ferrebus, Santiago Reyes, Andy José Miranda y Ronald José Marcano, pero no aclararon si habían muerto en ese enfrentamiento o posteriormente.
Hasta el momento y debido a los combates, cerca de 6.000 personas han abandonado la zona y se han desplazado de manera forzosa al vecino municipio colombiano de Arauquita, ubicado a orillas del río Arauca que marca la frontera entre los dos países.