Cuatro de los agentes de seguridad del presidente filipino Rodrigo Duterte fueron heridos de bala este miércoles por presuntos rebeldes comunistas al día siguiente de amenazas proferidas por la insurgencia, indicaron las autoridades.
Duterte no se encontraba en el convoy cuando hombres armados abrieron fuego contra dos vehículos del grupo de seguridad presidencial en una ruta de la isla Mindanao (sur).
Una fuente del Ejército acusó al Nuevo Ejército del Pueblo, brazo armado del Partido Comunista filipino, que cuenta unos 4.000 efectivos.
“Esto es parte de su llamamiento a nivel nacional para oponerse a la ley marcial lanzando ofensivas contra las fuerzas gubernamentales”, dijo el brigadier general Gilberto Gapay, un oficial militar destacado en la zona de Mindanao, en declaraciones a la radio DZBB de Manila.
La emboscada se produjo al día siguiente de que Duterte solicitase al Parlamento extender la ley marcial vigente en el sur del archipiélago para seguir buscando recuperar el control de la ciudad caída en manos de yihadistas alineados con el grupo Estado Islámico.
Duterte impuso el régimen legal militar el 23 de mayo por un plazo inicial de 60 días en la región de Mindanao habitada por 20 millones de personas, cuando hombres armados enarbolando la bandera negra del grupo EI ocuparon la ciudad de Marawi, desencadenando combates que ya costaron la vida de 500 personas y desplazaron a casi medio millón.
Por: AFP