Wilder Salazar, amigo de Javier Ordóñez -el ingeniero que murió a manos de miembros de la Policía Nacional en Bogotá-, contó los detalles sobre lo ocurrido en la madrugada del pasado 9 de septiembre en el CAI de Villa Luz, en el occidente de la capital, a donde fueron conducidos después del operativo policial que le habría causado la muerte.
El testigo manifestó que estando esposado, Javier Ordóñez seguía siendo víctima de la golpiza perpetrada por miembros de la Policía dentro de la patrulla e incluso al llegar al CAI (Comando de Atención Inmediata), a donde habría llegado muy débil por la golpiza y las descargas eléctricas que le seguían suministrando con pistolas Taser.
«Nos trasladan rápidamente al CAI de Villa Luz. Yo me bajo por mis propios medios (…) entro al CAI y me empujan hacia la parte del fondo (…) Cuando yo veo a Javier, él ya venía muy débil, con la cabeza agachada ahí lo siguen golpeando«, relata Salazar.
Cuenta que Javier estaba en tal mal estado por la golpiza que le habían dado, que ya casi no se quejaba y hablaba muy poco. «Alcanzaba a escuchar que él, para respirar, tenía mucha dificultad (…) En todo momento le pedí ayuda a ellos (los uniformados de la Policía) que por favor lleváramos a mi amigo Javier a un hospital, que era lo mínimo que se debía hacer. Nunca nos ayudaron», dijo.
Estas declaraciones las hizo Wilson Salazar a través de un video que fue transmitido por la representante Katherine Miranda durante el debate de control político en el Congreso al ministro de la Defensa, Carlos Holmes Trujillo, por el abuso policial que terminó con la vida de Javier Ordóñez.
En su relato, Salazar aseguró que Javier Ordóñez llegó sin vida a la Clínica María del Lago, a donde fue trasladado, según le dijeron los médicos que lo atendieron cuando fue ingresado a Urgencias del centro asistencial.
«A mi nunca se me va a borrar de la mente (ese momento), porque cuando tratamos de sentarlo en la silla de ruedas (en Urgencias), él simplemente quedó así (con la cabeza descolgada hacia atrás), quedó en esa posición con los ojos cerrados, con el rostro totalmente hinchado», dijo Wilson Salazar visiblemente conmovido y consternado.
La representante Katherine Miranda, quien presentó el video durante el debate en la plenaria de la Cámara, denunció además que en lo que va del año Medicina Legal ha recibido casi 1.500 casos de abuso policial en Bogotá y el 80% de estos han sido de gravedad.
«Según el Instituto Colombiano de Medicina Legal, el 87% de los casos se ha presentado entre jóvenes de 15 a 39 años; es decir, 1.479 casos. El 80% de las lesiones personales fueron tan graves que las víctimas recibieron incapacidad médica. De los 1.708 casos, solo 350 no tuvieron incapacidad», señaló la congresista.
Miranda señaló que los abusos policiales no son casos de unas ‘cuantas manzanas podridas’ sino que se han venido presentando de manera sistemática dentro de la Institución.
“La Policía ha construido la narrativa de ‘las manzanas podridas’ para contarnos las muertes de Dilan cruz, de Javier Ordóñez y de los 14 jóvenes de la semana pasada en Bogotá. No más retórica ni guiones repetidos cada vez que conocemos un caso de brutalidad policial. Lo de ‘las manzanas podridas’ no puede estar más alejado de la realidad, el problema con el abuso de la fuerza es estructural dentro de la Policía Nacional”, afirmó Miranda, representante a la Cámara del partido Alianza Verde.