Luego de la masacre de entre ocho y nueve jóvenes ocurrida en el Sanamiego, Nariño, varios organismos del Estado se han pronunciado por esta situación.
Según indicó el procurador General de la Nación, Eduardo Carrillo, «hay rebrotes de violencia en los territorios. Los asesinos no están confinados, mientras el país se desgarra y crece la polarización. Quién responde? El Estado tiene que salir del confinamiento y capturar a los asesinos, copando territorios y devolviéndole confianza a la gente», indicó en su cuenta de Twitter.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo, también por Twitter, sostuvo que «la ocurrencia de masacres en el país manifiestan el altísimo grado de crudeza con la que los actores armados ilegales se encuentran disputándose los territorios para someter a la población civil a regímenes arbitrarios de violencia».
Entre tanto, el senador indígena Feliciano Valencia afirmó que «no podemos naturalizar la barbarie. Tres masacres en menos de una semana y continúan los asesinatos sistemáticos de nuestros líderes. Nos duele cada vida ¿Qué está pasando en Colombia?», indicó en su cuenta de Twitter.
Investigación
Por su parte, el presidente de la República, Iván Duque Márquez, ordenó al Ejército y a la Policía Nacional ir al sur del país para investigar los hechos.
«Condenamos masacre de ocho personas en #Samaniego, Nariño. Desde esta madrugada el @COL_EJERCITO y @PoliciaColombia están en el lugar y ordené a los generales Eduardo Zapateiro y Jorge Vargas que se desplacen a la zona. Vamos a llegar al fondo y dar con los autores de este crimen», escribió el Presidente en su cuenta de Twitter.
Los generales Eduardo Zapateiro y Jorge Luis Vargas son el comandante del Ejército y director de Seguridad Ciudadana de la Policía nacional, respectivamente.
De acuerdo a la información oficial, el hecho se presentó en medio de una incursión de hombres fuertemente armados que también dejó heridas a varias personas.
Esta es la segunda masacre de jóvenes, ocurrida en menos de una semana en el país, ya que otro hecho de violencia sucedió en Cali, con la muerte violenta de cinco menores de edad, en el oriente de la capital vallecaucana.