La guerra civil en Siria ha convertido a su pueblo, en el mayor grupo de desplazados por causa de fuerza mayor del mundo (13 millones a finales de 2018 según ACNUR). Más de 5 millones de personas huyeron de Siria y buscaron refugio en el Líbano, donde más del 70% de ellos viven por debajo del umbral de la pobreza. La dura realidad para muchos de los cristianos desplazados y refugiados es que su vida diaria es una lucha por la supervivencia. Dependen de la Iglesia no solo para el apoyo espiritual y psicológico sino también para el apoyo material. Desde 2012, los Misioneros de San Pablo llevan a cabo un programa de emergencia con la ayuda de voluntarios, que también huyeron de su ciudad natal debido a los conflictos. Muchos de estos jóvenes, en lugar de abandonar el país, decidieron quedarse y ayudar a otros. Más de 1.800 familias en el Valle de los Cristianos cuentan con tu ayuda para sobrevivir cada mes.
Fuente: ACN International