Hoy miércoles se conmemora el Día Mundial sin Tabaco, fecha que pretende concientizar a la población sobre los riesgos que conlleva para la salud asociados al consumo.
De acuerdo con la OMS: “Es la oportunidad en la que los actores involucrados en la implementación de acciones para el control de tabaco desarrollen actividades en las que se recuerde el compromiso del país con la prevención del consumo de tabaco, sus derivados, sucedáneos e imitadores, los cuales se relacionan directamente con daños a la salud de las personas”.
Los adolescentes fumadores tienen el mismo riesgo a largo plazo que los adultos de desarrollar cáncer, enfermedades cardiovasculares o enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Además, el tabaco supone un riesgo importante para el bebé durante el embarazo y la lactancia.
Cada año se destruyen unos 3,5 millones de hectáreas de tierra para cultivar tabaco, asignando extensas áreas de tierra fértil para su cultivo en lugar de utilizarlas para producir alimentos saludables. Esto tiene consecuencias económicas negativas para los países productores de tabaco, debido a los impactos sanitarios, ambientales y sociales derivados de su cultivo.
En muchos casos, los ingresos obtenidos de las exportaciones de tabaco se utilizan para importar alimentos. Además, el cultivo de tabaco deteriora la salud de los agricultores y los trabajadores agrícolas, y causa la pérdida irreversible de valiosos recursos ambientales, como fuentes de agua, bosques, plantas y especies animales.
Según la Organización Panamericana de la Salud, las Enfermedades no Transmisibles (ENT) matan a 41 millones de personas cada año, lo que equivale al 71% de las muertes que se producen en el mundo. El consumo de tabaco, la inactividad física, el uso nocivo del alcohol y las dietas malsanas aumentan el riesgo de morir a causa de una de las ENT.
En Colombia, se reportan 34.800 muertes anualmente asociadas al tabaco, con 624.000 años de vida perdidos.
Según la Organización Mundial de la Salud, el tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido el mundo en la historia reciente. A causa de este, mueren más de 7 millones de personas al año, de las cuales más de 6 millones son consumidores directos y alrededor de 890.000 son no fumadores expuestos al humo ajeno.
Por su parte, el profesional universitario, Pedro Olegario Cruz, recalca que “el fumar trae consecuencias como el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y diferentes tipos de cáncer como: el de pulmón, de esófago, de laringe, de boca, garganta, riñón, vejiga, hígado, páncreas, estómago, cérvix o cuello uterino, colon y recto, así como también leucemia mieloide aguda”.
Así mismo, señala que desde la Secretaría de Salud Departamental adelantan jornadas, sobre los aspectos negativos que conlleva el consumo de tabaco, no solo para el fumador activo, sino para los pasivos, y de las consecuencias nocivas y letales que trae el consumo del cigarrillo y los vapeadores (electrónicos).