Juvencio Samboni, padre de la niña Yuliana Samboni, quien fue víctima de secuestro, abuso sexual y homicidio, señaló que la familia recibió con impotencia la decisión adoptada por el Tribunal Superior de Bogotá de absolver a los hermanos Francisco y Catalina Uribe Noguera, procesados por presuntamente encubrir este atroz hecho cometido por parte de su hermano Rafael Uribe.
«Como padre y como familia uno siente impotencia de no poder hacer algo, porque como dicen quien manda y quien tiene la última palabra es la justicia«, indicó Juvencio Samboni en diálogo con RCN Radio.
De igual forma, espera que la Fiscalía General instaure el respectivo recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia como última instancia para que sea revisado este fallo de absolución. «Como padres queremos que la Fiscalía ayude a apelar ante la última instancia«, enfatizó Juvencio Samboni.
El magistrado a cargo del caso, Gerson Chaverra Castro, señaló que el juez 46 de conocimiento de Bogotá que declaró inocentes a los hermanos Uribe Noguera acertó en su decisión porque la Fiscalía no logró demostrar el delito ni la consecuente responsabilidad penal que se les estaba atribuyendo en relación con el caso de la menor Yuliana Samboní.
De acuerdo con el magistrado, con los cerca de 50 mensajes de texto encontrados por los investigadores de la Fiscalía en los celulares de Catalina y Francisco Uribe Noguera y de varios de sus familiares y el cruce de llamadas telefónicas el día de los hechos, no se demostró que fueran relevantes ni conllevaran a demostrar la comisión de algún tipo de delito.
En su oportunidad el juez de primera instancia concluyó que contrario a lo expresado por la Fiscalía, los hermanos no le ocultaron información a los agentes del Gaula de la Policía que buscaban afanosamente a la menor.
Concluyó que en todo momento estuvieron prestos a entregar información sobre sus movimientos y los intentos que estaban haciendo para contactar a su hermano Rafael.
Incluso ingresaron por la fuerza al edificio Equus 66 donde vivía su hermano e hicieron hasta lo imposible por entrar al apartamento 603 con el fin de verificar si él estaba ahí, esto debido a que no les había contestado sus llamadas y mensajes.
Después de poder ingresar al apartamento, hicieron una rápida verificación del apartamento para hallar algo inusual. Sin embargo, lo único que encontraron fue aceite de cocina regado por el baño y el cuarto principal, situación que era común en su hermano Rafael.
El tribunal le volvió a dar validez a los testimonios de los hermanos quienes señalaron que no encontraron rastros de la menor. Igualmente, tras ser enfrentado Rafael Uribe aseguró que la niña se había “botado” de la camioneta y emprendido la huida por la Avenida Circunvalar.
Durante el juicio declaró desde la cárcel de La Tramacúa de Valledupar Rafael Uribe Noguera quien se encuentra cumpliendo una condena de 58 años de prisión por su responsabilidad en los delitos de feminicidio agravado, secuestro y acceso carnal abusivo.
El arquitecto de profesión aseguró que él escondió el cuerpo de la menor en el jacuzzi del baño principal.