En medio de duras críticas a la gestión de la crisis por parte de las autoridades, el saldo de víctimas fatales de los incendios en Hawái, los más mortíferos en más de un siglo en Estados Unidos, alcanza las 93 y según las autoridades podría aumentar.
Solo una pequeña parte de la zona incendiada pudo ser rastrillada en busca de víctimas. «Ninguno de nosotros conoce todavía la magnitud» del desastre, reconoció John Pelletier, jefe de la Policía de Maui.
El fuego ha destruido más de 2.200 estructuras en el pueblo costero de Lahaina, en el oeste de Maui, informó la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), que estima pérdidas por USD$5.500 millones, solo en esa zona.
El calor de las llamas era tan fuerte que es difícil identificar los cuerpos recuperados, explicó Pelletier. Solo dos de ellos pudieron ser identificados.
El incendio «fundió el metal», ejemplificó el jefe de Policía, quien llamó a los familiares de las personas desparecidas a someterse a pruebas de ADN para tratar de identificar los restos encontrados.
Las críticas por la reacción de las autoridades aumentan. Los residentes se quejan de la falta de advertencias sobre la llegada del fuego, que dejó atrapada a decenas de personas en la turística localidad de Lahaina.
La fiscal general de Hawái, Anne López, anunció que emprenderá «una revisión exhaustiva de la toma de decisiones críticas y de las políticas en vigor».
Lahaina, un pueblo de más de 12.000 habitantes que en el pasado fue la capital del reino de Hawái, quedó en ruinas y sus tiendas, hoteles, viviendas y restaurantes quedaron reducidos a cenizas.
Subestimamos «la velocidad del fuego»
El condado de Maui comunicó, la noche del sábado, de, al menos, 93 muertos, en un balance que sube paulatinamente. El gobernador, Josh Green, había advertido que el número de muertos aumentaría.
Este es el incendio más mortífero en Estados Unidos desde 1918, cuando 453 personas murieron en Minnesota y Wisconsin, según el grupo de investigación sin fines de lucro Asociación Nacional de Protección contra Incendios.
La legisladora demócrata de Hawái, Jill Tokuda, dijo en declaraciones a CNN que las llamas los tomaron por sorpresa. «Subestimamos la letalidad y la velocidad del fuego», sostuvo.
El gobernador defendió el trabajo de las autoridades y dijo que la situación se complicó porque varios incendios ocurrieron al mismo tiempo, atizados por los fuertes vientos.
Maui registró problemas en el suministro de electricidad, lo que impidió que los habitantes recibieran alertas en sus teléfonos.
Los habitantes de Lahaina relataron no haber escuchado sirenas de alerta y muchos se enteraron de que el incendio estaba a la vuelta de la esquina al ver a sus vecinos corriendo y gritando.
«Tenemos que garantizar que lo haremos mejor la próxima vez», pidió la legisladora Tokuda.
Este desastre en Hawái se produce después de que América del Norte sufriera varios fenómenos climáticos extremos durante este verano boreal, desde incendios récord en Canadá y una extensa ola de calor que azotó el suroeste de Estados Unidos y México.
Europa y algunas partes de Asia también sufrieron olas de calor, inundaciones y enormes incendios.
Los científicos afirman que el cambio climático causado por la acción del hombre exacerba los desastres naturales, y los vuelve más habituales.
Los incendios comenzaron en la madrugada del martes y su rápido avance puso en peligro a más de 35.000 personas en varias localidades de la isla de Maui, informó la Agencia de Gestión de Emergencias de Hawái.
Fuente: AFP con Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Catherine Nieto Morantes