La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) proyecta que el 2022 sea un año de confianza a pesar de que el periodo electoral que se desarrollará en el país generará incertidumbre.
El presidente de la Andi, Bruce Mac Master, mencionó que “esperamos que este 2022 sea un año de confianza a pesar de que el periodo electoral seguramente generará incertidumbres. Lo que sucede normalmente es que muy cerca de la primera y segunda vuelta se presenta una caída ligera en sectores como la inversión. Pero inmediatamente vuelve y se reactiva. De manera que esperamos que eso suceda”.
Asimismo, señaló que proyectan que la economía colombiana crezca al cierre de 2021 cerca del 10%.
“Terminamos un 2021 bastante bueno en términos de crecimiento económico. El Índice que presentó el Dane nos arroja una cifra superior al 9% lo cual es extraordinario. Seguramente el dato de diciembre va a ser muy similar y al final del año vamos terminar con una cifra que esté alrededor del 10%”, agregó.
“Esa dinámica va a generar que en los primeros meses de 2022 tengamos crecimientos importantes, pero ya vamos a tener meses que se van a estar comparando con los meses del año pasado que ya tenían crecimiento. Es muy probable que las cifras sean significativamente más bajas, pero serán buenas. Hablamos de cifras del 4% o 4,5%”, señaló.
Asimismo, dijo que “lo más importante que debería suceder es que este crecimiento se traslade al crecimiento del empleo. El empleo se ha venido recuperando, pero eso no nos debe tranquilizar. Tiene que ser un objetivo de todos”.
Por otra parte, Mac Master se refirió sobre la preocupación que hay en los empresarios por la inflación.
“El dato de inflación de los Estados Unidos ha sido la peor que se ha tenido y se presenta por la escasez de productos, por problemas de logística y abastecimiento. Eso se transmite a Colombia porque tenemos productos que nos llegan más costosas y adicionalmente tenemos el fenómeno de la devaluación del peso frente al dólar que hace que para nosotros el efecto sea doble”, afirmó.
“Esa fue una de las principales razones para lograr un salario mínimo del 10% porque no podemos pretender que los trabajadores asuman el costo de la inflación”, concluyó.