En total, Ayuda a la Iglesia Que Sufre apoya a unos 12.000 seminaristas, a saber, a uno de cada diez en todo el mundo. La mayoría en África, pero muchos también en la India. En el -más bien pequeño- seminario de Odisha -Khristo Jyjoti Mohavidyaloyo-, del que han salido cientos de sacerdotes, estudian actualmente 60 jóvenes en consonancia con el lema “Arraigados en Cristo para servir a la gente”, y cada año se suman a ellos veinte más. Para que puedan echar raíces en Cristo, necesitan la tierra de sus palabras y obras, concretamente, la Biblia, el Catecismo, la doctrina sacramental y, además, el agua de los testimonios de la Historia de la Iglesia y de la Liturgia. En el pasado contribuimos a proveer al seminario de los libros necesarios para el estudio y la oración.
Ahora las reservas están agotadas, pues cada seminarista lleva al final las palabras de Jesús en su corazón, pero también se lleva consigo su Biblia y su breviario a la vida sacerdotal, donde también los necesita para su servicio a los hombres. Y es que la mayoría de las vocaciones provienen de la casta de los intocables, los más pobres entre los pobres. Los futuros sacerdotes vivirán y evangelizarán entre ellos, en una región en la que los cristianos son acosados. Para ser sacerdote allí se necesita valor. Ahora, el seminario nos pide nuevos libros alentadores para los 60 estudiantes que ingresarán en los próximos tres años. Se trata de 5.934 euros: rara vez, las semillas de la buena doctrina salen tan baratas.
Fuente y foto: ACN Colombia