El gobierno de Ecuador y organizaciones indígenas iniciaron este jueves en Quito negociaciones con miras a resolver demandas planteadas durante las recientes protestas, como la de más subsidios a combustibles para los trabajadores rurales.
«Hoy día hemos aprobado una metodología, hemos aprobado un proceso operativo», declaró a la prensa Leonidas Iza, presidente de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) y líder de las manifestaciones, que se extendieron por 18 días.
La Conaie, la mayor organización de aborígenes del país, ha tenido participación en revueltas que derrocaron a tres presidentes entre 1997 y 2005.
La cita, en la que se definieron las mesas de trabajo, se dio con mediación de la Iglesia católica, cuya intervención facilitó la desactivación de las manifestaciones hace una semana.
Un nuevo encuentro de las delegaciones se producirá el próximo miércoles, cuando se tratará el incremento de subsidios a carburantes en las zonas rurales y la condonación de deudas superiores a los 3.000 dólares de campesinos con la banca.
Tras la firma de un «acta de paz» hace una semana, el gobierno del derechista Guillermo Lasso accedió a bajar en un tope de 8 % los precios de los combustibles más utilizados, pasando el galón de diésel de 1,90 a 1,75 dólares y el de gasolina corriente de 2,55 a 2,40 dólares.
El ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, quien representa al Ejecutivo en las conversaciones, consideró que no hay razones «para pensar que las cosas puedan entramparse» durante los diálogos, que tomarán 90 días.
Las protestas contra el alto costo de vida empezaron el 13 de junio y dejaron seis muertos, uno de ellos un militar, y más de 600 heridos. La principal demanda fue la reducción de precios de carburantes en hasta un 21 %.
Los indígenas presentaron un pliego de diez pedidos, algunos de los cuales fueron atendidos por el Ejecutivo en medio de las manifestaciones, que movilizaron a unos 10.000 indígenas a Quito y a otros miles en el resto del país.
Lasso también ordenó como compensación el aumento de un bono de asistencia para las familias de menos recursos, subsidios para insumos agrícolas y la condonación de deudas de hasta 3.000 dólares de campesinos, que costarán al Estado más de 700 millones de dólares al año en medio de una crisis económica.
«Aquí venimos con dignidad, venimos por nuestros derechos y esperamos que de parte y parte podamos generar condiciones para que el pueblo del Ecuador sea el que realmente gane«, agregó Iza.
El Ejecutivo estima que el país perdió unos 1.000 millones de dólares durante las protestas, que incluyeron la paralización de campos petroleros y bloqueos en carreteras.
Fuente: AFP – RCN Radio