Un arquitecto instaló el juego para unir a las personas que se encuentran en la frontera de los dos países.
La frontera entre México y Estados Unidos se convirtió en un parque de juegos con la instalaciones de tres balancines conocidos como “sube y baja”, como forma de protesta.
«Lo que hace uno en un lado, tiene impacto en el otro. Y eso es lo que es un sube y baja. Exactamente eso», dijo Ronald Rael, el arquitecto que instaló el juego.
Los juegos fueron instalados en el área de Anapra-Sunland Park, en la mexicana Ciudad Juárez.
La frontera mexicano-estadounidense ha recibido en los últimos meses una ola migratoria inédita, principalmente de centroamericanos que huyen de la violencia y pobreza en sus países, lo que ha provocado tensiones con el gobierno de Donald Trump.
«Qué triste que nos separe algo, una barrera… tanto de aquel lado hay mexicanos como de acá hay de Estados Unidos y sentir algo así como que «cómo le hacemos para vernos», agregó el arquitecto.
México desplegó miles de guardias para contener el paso migratorio irregular.
En medio de la tensión, los sube y baja demostraron que los niños pueden divertirse igual a ambos lados de la frontera.
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