El conflicto en la frontera entre Israel y Líbano continúa intensificándose, con un ataque aéreo que tuvo como objetivo a un alto dirigente de Hezbolá en los suburbios del sur de Beirut el jueves por la tarde. Este incidente es parte de una serie de enfrentamientos entre Israel y el grupo libanés respaldado por Irán, mientras los esfuerzos internacionales por mediar un alto el fuego parecen estar fracasando.
El ataque se dirigió específicamente contra el jefe de las fuerzas aéreas de Hezbolá, según medios israelíes. Este comandante tiene una gran responsabilidad sobre la flota de drones del grupo terrorista, además de los misiles de crucero y las defensas aéreas. Una fuente de seguridad libanesa cercana a Hezbolá confirmó a la agencia AFP que el ataque estaba destinado a este alto mando del grupo. Sin embargo, hasta el momento, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sólo han declarado que llevaron a cabo un ataque de «precisión» en Beirut, y prometieron proporcionar más detalles más adelante.
Este ataque es el cuarto en pocos días dirigido a altos comandantes de Hezbolá. El martes, las FDI atacaron a Ibrahim Qubaisi, jefe de cohetes y misiles del grupo, y el viernes, a Ibrahim Aqil, quien encabezaba las operaciones militares de la organización. Ambos ataques resultaron en la muerte de los comandantes.
La escalada de violencia ha llevado a una intensificación de los bombardeos por parte de Hezbolá contra el norte de Israel. El jueves por la mañana, el grupo lanzó una andanada de 45 cohetes hacia la ciudad costera israelí de Acre, interrumpiendo una pausa de 19 horas que había alimentado breves esperanzas de un cese al fuego. Según las FDI, varios de esos cohetes fueron interceptados, mientras que otros cayeron en áreas abiertas o en el mar Mediterráneo.
Simultáneamente, Israel también ha lanzado intensos ataques en el sur del Líbano y en la frontera con Siria. En una de las ofensivas más mortíferas hasta la fecha, funcionarios libaneses informaron que un ataque aéreo israelí durante la noche destruyó un edificio en la ciudad de Baalbek, cerca de la frontera siria, matando a 23 personas, en su mayoría mujeres y niños. Este incidente ha sido uno de los más letales en la campaña aérea israelí contra Hezbolá, y ha añadido más tensión a un conflicto ya agravado.
Hezbolá, por su parte, ha afirmado que al menos 512 de sus combatientes han muerto desde que los enfrentamientos comenzaron el 8 de octubre. Sin embargo, las FDI creen que el número real es considerablemente mayor. La ofensiva israelí ha atacado más de 2,000 objetivos de Hezbolá desde el lunes, incluyendo terroristas, depósitos de armas y edificios militares en el valle de Bekaa y el sur del Líbano.
Israel ha sostenido que sus ataques buscan evitar víctimas civiles y ha advertido a la población libanesa que abandone las áreas donde Hezbolá podría almacenar armas. Sin embargo, el uso de civiles como escudos humanos es una acusación recurrente contra el grupo, que, según las FDI, esconde armamento en residencias civiles.
Pese a los esfuerzos internacionales para asegurar una tregua, la situación en la región sigue siendo extremadamente volátil. Israel ha movilizado dos brigadas de reserva para reforzar su presencia en el norte del país, mientras sus líderes militares han insinuado la posibilidad de una invasión terrestre en territorio libanés. El teniente general Herzi Halevi, jefe de las FDI, ha advertido a las tropas que se preparen para entrar en aldeas libanesas fortificadas por Hezbolá, las cuales describió como “grandes puestos militares avanzados” preparados para lanzar ataques contra Israel.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, negó informes de que habría ordenado una reducción de los ataques a medida que se desarrollaban esfuerzos diplomáticos para un cese al fuego. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, aseguró que la ofensiva no se detendrá hasta que se elimine la amenaza que representa Hezbolá para el norte de Israel.
La escalada del conflicto ha provocado la muerte de más de 600 personas en el Líbano desde el lunes, según el Ministerio de Sanidad libanés, que no hace distinciones entre civiles y combatientes en sus reportes.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio