El gobierno de Japón anunció este jueves que planea levantar el estado de emergencia por el coronavirus en la capital Tokio el 20 de junio, un mes antes del inicio de los Juegos Olímpicos.
Tokio y otras ciudades están bajo medidas de emergencia por el virus desde el 25 de abril, con disposiciones que obligan a cerrar temprano los bares y restaurantes e impide vender bebidas alcohólicas.
El gobierno indicó que Tokio y las restantes ciudades quedarán con medidas más laxas, al vencerse el estado de emergencia el próximo 20 de junio.
«Nos gustaría consultar hoy (con los expertos) sobre poner a 10 prefecturas (…) bajo medidas de cuasi emergencia», dijo Yasutoshi Nishimura, ministro a cargo de la respuesta al coronavirus, al inicio de una reunión con médicos.
Las nuevas medidas exigirían a los bares y restaurantes cerrar a las 8 de la noche, pero les permitiría vender bebidas alcohólicas hasta las 7 de la noche.
El estado de emergencia se mantendrá en Okinawa, que pidió continuarlas varias semanas más.
Se espera que las nuevas disposiciones sean anunciadas oficialmente la noche del jueves en una conferencia de prensa en la que estará el primer ministro, Yoshihide Suga.
Las disposiciones deben incluir un tope de 10.000 espectadores o 50% de la capacidad del sitio para eventos públicos, el que sea menor.
Medios locales informaron este miércoles que los organizadores olímpicos podrían usar esos mismos límites para la presencia de público en los juegos, que serán inaugurados el 23 de julio en Tokio.
No estará permitida la llegada de espectadores del exterior, una medida que se aplica por primera vez en la historia de los Juegos.
A poco más de un mes de la inauguración, los organizadores intentan generar confianza de que los Juegos, el mayor evento internacional desde el inicio de la pandemia, serán seguros para atletas y público.
Nuevas orientaciones sanitarias divulgadas esta semana advierten a los atletas que podrían ser expulsados de los Juegos si violan requisitos como llevar máscara o someterse a pruebas diarias.
Los organizadores han dicho que 80% de los atletas participantes serán vacunados y no podrán interactuar con el público japonés.